El policía de Ravenna estaba patrullando y controlando las rutas cuando hizo que se tire a un costado para revisarlo, a un ciudadano. Cuando el conductor se bajó, obligado por el agente, se puso muy nervioso. Lo que se ve a continuación en la imagen, de la cámara que está siempre instalada en la parte delantera del móvil policial, al conductor, que estaba sin remera, entra en una situación de nerviosismo extremo y al mismo tiempo comienza a ahogarse y a toser casi al punto de perder la respiración.
El agente le preguntó si se sentía bien pero el hombre ya casi no puede ni emitir palabra. Al ser indagado por el agente comienza a toser como atragantado. Inmediatamente el policía, al notar que estaba atragantado, comienza a realizarle ejercicios de reanimación apretándole el estómago por la parte de atrás, por la espalda.