Una mujer, cuyo nombre se desconoce, compró recientemente al MONA, o Museo de Arte No-Visible (Museum of Non-Visible Art, tal su nombre en inglés), una pieza que no se puede ver llamada Aire fresco, por la cual pagó la exorbitante cifra de 10.000 dólares.
El Museo de Arte No Visible vendió por esa cifra una de sus "obras maestras", la cual solamente se aprecia al leer su descripción.