La belleza de las palmeras del Caribe, un atractivo para millones de turistas, podría desaparecer en Antigua y Barbuda debido a una enfermedad que mata rápidamente a los cocoteros.Se trata de una enfermedad llamada amarillamiento letal, que ya ha causado estragos en otros lugares, como la península de la Florida y Jamaica.En el caso de Antigua, donde varios sectores, como la gastronomía, los cosméticos y la medicina tradicional, están vinvuladas al coco, se estima que este mal ha afectado a casi el 45% de la totalidad de palmeras de la isla, según datos de Barbara Japal, presidenta de la Sociedad Horticultural de la isla, informa la BBC.
"Es devastador ver a los troncos ahí parados, como soldados decapitados".