Una mujer con tres heridas de bala fue llevada en helicóptero al hospital North Memorial Health en la ciudad de Robbinsdale, donde también fueron transportadas otras dos, mientras que dos lesionados más fueron llevados al hospital Buffalo, según el diario digital StarTribune.
La situación en la clínica Allina se agravó cuando unos 30 minutos después del tiroteo, las instalaciones fueron sacudidas por una explosión, lo que obligó al personal médico de emergencia a trasladarse.
"Acabó de explotar una bomba en la clínica", contó un operador de emergencia en un audio al que tuvo acceso StarTribune, y agregó: "Están evacuando el estacionamiento de la clínica, así que vamos a regresar al área de cuidado infantil en el que estábamos cuando ocurrió".
La fuente también expresó que existía una "alta sospecha" de amenaza de bomba dirigida a un hotel familiar cercano a la clínica, Super 8, ubicado a 1,5 kilómetros aproximadamente, pero no se precisó su relación con el tiroteo.
Agentes del FBI y de las oficinas de Detención Criminal y de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego se dirigieron este martes a la clínica, y el alcalde de la ciudad de Minneapolis, Jacob Frey, anunció el envío de socorristas para colaborar con las autoridades.
"Hay una depravación indescriptible en hacer daño a aquellos que trabajan para curarnos", dijo Frey, citado por el diario StarTribune, "aquellos que han dado un paso adelante y han arriesgado su propia salud por la nuestra".
Hasta el momento no se informó sobre los autores del ataque ni las causas para realizarlo.