Historias de vida

Tienen coronavirus y se casaron estando en terapia intensiva

Una pareja con coronavirus se casó estando ambos internados en terapia intensiva. Los dos fueron internados al mismo tiempo pero dieron el sí en terapia

Una pareja con coronavirus se casó estando ambos internados en terapia intensiva. Los dos fueron internados al mismo tiempo pero dieron el sí en terapia. Elizabeth Kerr (31 años) y Simon O'Brien (36) planeaban casarse el próximo mes de junio, pero contrajeron Covid-19. Ambos contrajeron la enfermedad y fueron trasladados al Hospital Universitario de Milton Keynes (Reino Unido) en la misma ambulancia cuando sus niveles de oxígeno caían peligrosamente.

Su estado era tan delicado que el personal médico se apresuró a organizar una boda antes de que fuera demasiado tarde. Cuando la condición de O'Brien empeoró aún más, se decidió trasladarle a la Unidad de Cuidados intensivos (UCI). Pero ni eso los detuvo: el personal sanitario retrasó su intubación lo suficiente para que se casaran.

"Me dijeron que no podríamos casarnos porque iban a tener que intubar a Simon", recuerda Elizabeth. "Pero se retrasaron una hora más. Y él simplemente se recuperó en ese tiempo, el tiempo suficiente para que nos casáramos". Las tasas de mortalidad que ahora llegan al 80% en la UCI hacíanque no pudiera asegurarse una continuación feliz tras aquella boda de urgencia.

Pero Simon mejoró y los recién casados ya se han reunido en una sala para convalecientes de Covid-19 donde en la actualidad ambos se están recuperando gradualmente, aunque todavía reciben oxígeno. "Tuvimos que esperar unos días para darnos el primer beso", ha contado Elizabeth a la agencia Reuters.

Al entrar en el hospital, ambos necesitaban un respirador y quedaron ingresados en salas separadas. Elizabeth, que trabaja como enfermera en un hospital cercano de Buckingham, habia contado a los médicos que tenían pensado casarse en junio. Al ver que su salud empeoraba, la enfermera Hannah Cannon le preguntó si querían hacerlo en el hospital.

Elizabeth recuerda que le dijeron que podía ser su única oportunidad. Hoy, apretando el brazo de su esposo y con lágrimas en los ojos al recordar aquellos momentos, asegura que "son palabras que nunca más quiero volver a escuchar".

Mientras el personal de todo el hospital se apresuraba para obtener los permisos para el matrimonio, la salud de O'Brien empeoró y los médicos decidieron trasladarlo a la UCI, reservada para los pacientes más graves, que son asistidos por ventilación mecánica. La ceremonia tuvo lugar el 12 de enero por la tarde, tres días después de que la pareja llegara al hospital.

La enfermera Cannon fue testigo y grabó el momento del matrimonio para que pudieran verlo la familia y los amigos de la pareja. El departamento de catering colaboró con una tarta. "Con mucho trabajo en equipo pudimos darles una boda, no necesariamente la boda que hubieran planeado inicialmente, pero ciertamente algo positivo, notable y memorable a lo que aferrarse", ha explicado Hannah Cannon.

Momentos después de pronunciar el "sí, quiero", O'Brien fue sedado y pasó la noche con ventilación mecánica. Ahora, sentados uno al lado del otro y con las manos enlazadas, Elizabeth y Simon creen que su supervivencia se debe a la rápida actuación de los trabajadores del hospital.

Ella sostiene que la aterradora experiencia de luchar por cada aliento dejó patente lo que era importante: las personas que amas. "Eso es todo lo que importa, todo", afirma. "Absolutamente", coincide O'Brien, que habla a través de su máscara de oxígeno.

"Si no nos hubiéramos tenido el uno al otro y no nos hubieran dado la oportunidad de casarnos, no creo que ambos estuviéramos aquí ahora", concluye ella.

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