(Editado por Pablo González) Una niña le agarró el celular a su madre y pidió en una casa de comidas rápidas muchas hamburguesas.
(Editado por Pablo González) Una niña le agarró el celular a su madre y pidió en una casa de comidas rápidas muchas hamburguesas.
La madre de la pequeña intentó cancelar el pedido, pero finalmente no pudo. ¿De cuánto fue el ticket y qué hizo con la comida?
Sino basta con preguntarle a Berenice Quintos, una madre de México que atravesó una particular situación que más tarde compartió en las redes sociales y se volvió viral. Además, tuvo un final ejemplar.
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Todo comenzó días atrás, cuando su pequeña llamada Alisson tomó su celular y, por error, realizó un pedido de comida algo particular. La madre lo compartió por las redes sociales para consultarle a los usuarios los pasos a seguir pero ya era tarde para cancelarlo.
“Alguien sabe si se puede cancelar un pedido de Rappi que ya viene en camino??”, fue el inicio del viral mensaje que compartió esta mujer a través de Facebook. “Alisson pidió 20 hamburguesas”, era el llamativo final del mismo.
El posteo recibió varias respuestas y fue tomado para la broma por parte de los usuarios. Sin embargo, un segundo posteo de la mujer dejó en evidencia que toda esta situación era real.
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Berenice compartió una serie de fotos de su hija, con una mezcla de risa y maldad, con las 20 hamburguesas y un ticket por un pago total de Rappi equivalente a 2.167 pesos mexicanos, es decir, unos $13.335.
“Si, llegaron sus 20 hamburguesas. Le pregunté y qué pediste, me dice ‘una hamburguesa para que comiera papá, ah y también pedí papas’. Lo peor es que el repartidor venía riendo”, completó el posteo de la madre de la pequeña.
No todo fueron risas. Es que, lejos de posicionarse como víctima de la situación, Berenice y Alisson tomaron el pedido e hicieron un acto de buena fe para no solo no tirar la comida sino pensar en los demás.
“Las hamburguesas no se desperdiciaron. Obviamente, nos comimos una, y las demás las regalamos”, comentó la mujer, con una imagen fuera del hospital entregando la comida a quienes, por ejemplo, esperaban familiares. "Ya de paso también compramos aguas”, agregó.