Fue a través de un vídeo de YouTube cuando una amiga de la francesa Anaïs Bordier, por entonces estudiante de moda en Londres, encontró entre una multitud de imágenes una cara que le era familiar. Sin embargo, el acento de la chica no era francés, sino americano. Rápidamente se puso en contacto con Anaïs, quien, asombrada por la gran coincidencia, se puso a investigar en la Red. E hizo varias averiguaciones…
Su doble era una aspirante a actriz. Su nombre, Samantha Futerman, aparecía en los créditos de la película Hollywood «Memorias de una Gheisa» y su foto acaparaba varias páginas de Google Imágenes. Ambas habían nacido en Seúl (Corea del sur) el 19 de noviembre de 1987 y habían sido dadas en adopción a las pocas semanas. Una de ellas, a una familia parisina, y a la otra, a una de Nueva Jersey.