El ministro de Industria de Mariano Rajoy, José Manuel Soria, renunció ayer al cargo en medio del escándalo por su relación con empresas en paraísos fiscales y las explicaciones contradictorias con las que intentó ocultarla públicamente durante toda la semana. Soria se une a la lista de políticos mundiales arrasados por los Panama Papers, aunque no fue su aparición en ellos la que se lo llevó por delante, sino las investigaciones posteriores de medios españoles que mostraron una realidad más comprometida para él que la de los documentos del despacho de abogados Mossack Fonseca.
La renuncia del ministro se atribuye directamente a Rajoy, con el que se reunió el jueves, según señaló el propio Soria en el comunicado en el que anunció su retirada "a la luz de la sucesión de los errores cometidos a lo largo de los últimos días". La oposición llevaba toda la semana exigiendo su cabeza.
Momento inoportuno. El escándalo golpea al líder del Partido Popular (PP) en tiempo de descuento para que se forme gobierno en España o se convoque una repetición de elecciones en junio. Durante semanas en segundo plano mientras el socialista Pedro Sánchez intentaba negociar su investidura, Rajoy estaba recuperando algo de impulso tras el fracaso del intento del líder del Partido Socialista (PSOE). La situación vuelve a complicársele. Todas las fuerzas políticas le exigen que acuda al Congreso de los Diputados a dar explicaciones por el apoyo inicial al ya ex ministro, que también renunció a su acta de diputado y a la presidencia del PP en las Islas Canarias.
Cuando los dos medios que publican en España las revelaciones de los Panama Papers informaron el lunes de que Soria constó durante dos meses en 1992, antes de entrar en política, como administrador de la empresa offshore UK Lines Limited, inscrita en las Bahamas, él lo negó y varios compañeros de gobierno lo apoyaron en público y el respaldo se sobreentendió también por parte de Rajoy. Pero a partir de ahí fueron saliendo documentos y firmas del ministro en los medios que iban desmintiendo las versiones contradictorias que Soria ofrecía. El jueves llegó la revelación: Soria fue administrador junto a su hermano de una empresa en Jersey, Mechanical Trading Limited, que cerró a fines de 2002, cuando no solo llevaba ya tiempo en política, sino que además era alcalde del municipio de Las Palmas. La isla británica es considerada el paraíso fiscal con mayor volumen de fondos captados del exterior. Además, el entramado societario en torno a esa empresa llevó de nuevo a UK Lines Limited, con la que Soria negó relación.
Si Rajoy tenía hasta ahora muy difícil un entendimiento con el socialista, que rechaza la gran coalición que el líder del PP lleva meses ofreciéndole, ahora ese entendimiento se vuelve imposible. Todo apunta a que se repetirán elecciones el 26 de junio —el 2 de mayo acaba el plazo para evitarlas con la investidura de un jefe de gobierno— y este asunto podría dañar en la campaña a Rajoy, cuestionado ya dentro de su propio partido.