Así lo hicieron en una de ellas, donde les esperaba Grom (Trueno), un cachorro de seis meses que, a la vista de los huéspedes, comenzó a ponerse nervioso y a gruñir.
No obstante, el mandatario ruso -según la fuente- se acercó al felino y le acarició, pero cansado del sonido de los flashes de las cámaras, el animal se lanzó contra los periodistas, arañando a uno de ellos en la mano y clavándole los dientes a otro en la rodilla.
Después de esto, los invitados decidieron abandonar la jaula, pero Putin permaneció aún unos minutos cerca de Grom, mirándole fijamente y tratando de calmarle.
"Me gustan los animales, los siento. Parece que nosotros conectamos el uno con el otro", señaló el presidente preguntado por los periodistas que le acompañaban.
Putin también expresó palabras de satisfacción cuando el guardián del centro le explicó que este ejemplar de leopardo se aparea hasta 274 veces por semana. "Tomen el ejemplo" les dijo uno de los reporteros, según la agencia Reuters.
No es la primera vez que Putin, gran amante de los animales, protagoniza anécdotas con alguna especie, como en una ocasión en que voló en un ala delta al frente de una bandada de cigüeñas.
Fuente: ABC.es