El realizador neozelandés Peter Jackson se sumó a las labores de búsqueda del avión malayo desaparecido el pasado 8 de marzo con 239 personas a bordo.

Lo hizo poniendo a disposición de esta operación internacional su propio jet privado. Se trata de un Gulfstream G650 ultraligero que el director de la saga de El señor de los anillos adquirió en marzo por unos 50,1 millones de euros para sus viajes de negocio.

Con base en Wellington (Nueva Zelanda) y operado por la compañía Execujet, el aparato es conocido como el broche de oro de la aviación, y con él es posible viajar “más rápido, más lejos y de forma más cómoda” que con cualquier otra nave de su clase. El avión, con cabida para ocho pasajeros y cuatro tripulantes, puede cubrir distancias de 12.000 kilómetros sin necesidad de hacer escala.

Fuente: El País de Madrid.