Es en solidaridad con el Reino Unido, que culpa al gobierno de Putin del ataque a Serguéi Skripal y su hija Yulia

La OTAN y otros estados se unen a la expulsión de rusos

Por UNO

La OTAN, Australia, Irlanda y Moldavia se unieron ayer a la campaña internacional para expulsar a presuntos espías rusos, unos 138 hasta el momento en dos docenas de países, como respuesta al escándalo del ex espía ruso envenenado en Londres.

Reino Unido saludó las expulsiones masivas de presuntos espías rusos como un "punto de inflexión" en la actitud de Occidente hacia una Rusia "temeraria", pero Moscú advirtió de que prepara su respuesta.

Con Estados Unidos y 18 miembros de la Unión Europea al frente, los países hicieron gala de una acción contundente y coordinada, sin precedentes incluso en tiempos de la Guerra Fría.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte decidió expulsar a siete representantes rusos y denegar la acreditación a otros tres.

"Esto manda un mensaje claro a Rusia de que hay costes y consecuencias para su forma de actuar, inaceptable y peligrosa", explicó su secretario general, Jens Stoltenberg.

Por su parte, Australia e Irlanda se unieron ayer a más de 20 naciones que ya ordenaron la expulsión de diplomáticos rusos en respuesta al ataque al ex espía ruso a inicios de marzo.

El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, solidario con el Reino Unido, dijo que su país expulsará a dos diplomáticos rusos, a quienes calificó de oficiales de inteligencia no declarados. Les dio siete días para salir de Australia.

Irlanda también anunció la expulsión de un diplomático ruso, el ministro de Exteriores, Simon Coveney, calificó el ataque tóxico como un uso "espantoso y aborrecible" de las armas químicas.

Moldavia expulsará tres diplomáticos rusos en solidaridad con el Reino Unido. "La decisión de las autoridades de la República de Moldavia llega en solidaridad con el Reino Unido... y siguiendo las conclusiones del Consejo Europeo del 23-24 de marzo, que considera el ataque de Salisbury como una amenaza a la seguridad colectiva y a la legalidad internacional", señaló un comunicado del Ministerio de Exteriores moldavo.

En una llamada telefónica, los presidentes estadounidense Donald Trump y francés Emmanuel Macron saludaron "la fuerte reacción internacional", según el Elíseo. En parecidos términos se expresó la alemana Angela Merkel en conversación telefónica con Trump, con el que coincidió en denunciar "el uso irresponsable de armas químicas por parte de Rusia", indicó la Casa Blanca.

"Nunca antes tantos países se habían unido para expulsar a diplomáticos rusos", escribió el ministro británico de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, en The Times. Es "un golpe del que la inteligencia rusa necesitará muchos años en recuperarse", afirmó.

"Creo que los acontecimientos de ayer (por el lunes) podrían convertirse en un punto de inflexión", afirmó.

Estas expulsiones fueron una respuesta al envenenamiento con un agente neurotóxico del espía doble ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia el 4 de marzo de Salisbury, en el sur de Inglaterra.

Ambos siguen en estado crítico.

Skripal, un oficial de inteligencia militar ruso encarcelado por Moscú por pasar información sobre agentes rusos a varios países europeos, llegó a Reino Unido en 2010 gracias a un canje de espías.

Nueva Guerra Fría

El Reino Unido había ordenado anteriormente la expulsión de 23 diplomáticos rusos tras acusar del ataque a Moscú, que lo negó firmemente, señalando por su parte a los servicios de inteligencia británicos.

Le siguieron sus aliados, encabezados por Estados Unidos, que ordenó expulsar a 60 rusos, en un nuevo golpe a las relaciones entre Washington y Moscú menos de una semana después de que Trump felicitase a Vladimir Putin por su reelección.

El analista Fiodor Lukianov escribió en las páginas del diario ruso Vedomosti que estas expulsiones, "particularmente destructivas para las relaciones ruso estadounidenses", sumen las relaciones entre Moscú y Occidente en un nuevo "periodo de Guerra Fría".

"No es el fin de la escalada, está claro que esta se va a agravar, prevemos medidas aún más severas, sanciones económicas contra Rusia", advertía mientras el diario Izvestia denunciaba una acción "rusófoba".