Wild dijo que los hallazgos subrayan la importancia de ayudar a la gente a mantener un peso saludable para reducir el riesgo de desarrollar una amplia variedad de tipos de cáncer, y ayudar a los países en desarrollo a evitar los problemas que actualmente enfrentan los más ricos.
El estudio de la IARC descubrió que, por ahora, Norteamérica tiene por lejos los peores problemas de cáncer vinculados al peso, con unos 110.000 casos de cáncer relacionados a la obesidad diagnosticados en 2012, lo que corresponde a un 23 por ciento de los casos globales de cáncer conectados con un alto IMC.
En Europa, la obesidad es responsable de cerca de un 6,5 por ciento de todos los nuevos casos de cáncer al año, o cerca de 65.000.
Si bien en la mayoría de los países asiáticos la proporción de casos de casos relacionados a la obesidad es menor, sigue traduciéndose en decenas de miles de casos debido a la mayor cantidad de población, dijo la IARC.
En China, por ejemplo, cerca de 50.000 casos de cáncer están asociados a la obesidad, lo que corresponde a un 1,6 por ciento de los nuevos casos de cáncer.
En África, por otro lado, la obesidad es responsable de sólo un 1,5 por ciento de los casos de cáncer.
Tener un IMC alto -el peso de una persona en kilogramos dividido por su altura en metros al cuadrado- aumenta el riesgo de desarrollar cáncer al esófago, al colon, al recto, al riñón, al páncreas, a la vesícula biliar, de mamas postmenopausia, de ovarios y al endometrio. Un IMC de 25 o más es considerado como sobrepeso, mientras que de 30 o más es obesidad.
Melina Arnold, quien fue una de las personas que dirigió el estudio de la IARC, destacó que las mujeres están afectadas de una manera desproporcionada por los casos de cáncer relacionados a la obesidad.
Para el cáncer de mama posmenopausia, por ejemplo -el tipo de cáncer más común entre las mujeres en el mundo-, los hallazgos sugieren que un 10 por ciento de los casos podrían prevenirse al no tener sobrepeso.
Fuente: periodico.com