Según indicaron, hacía días que la caldera venía funcionando mal pero por las nevadas del temporal Filomena, su arreglo debió demorarse.
En el edificio, anexo al templo, vivían los sacerdotes, había locales parroquiales y de Cáritas. Todo quedó destrozado.
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La historia de David, el voluntario que revisaba la caldera que explotó en Madrid. Era feligrés de la parroquia
La explosión causó graves daños en el edificio de seis plantas. En varias de ellas, la fachada saltó por los aires y apenas quedó en pie la estructura del edificio.
Una columna de humo salía del interior, mientras los bomberos trataban de apagar las llamas, constató un periodista de la AFP.
Decenas de vehículos de emergencias se desplazaron a la zona, llena de cascotes y escombros, y los servicios de emergencias médicas levantaron una carpa amarilla para atender a los heridos de la explosión.
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La historia de David, el voluntario que revisaba la caldera que explotó en Madrid. Era feligrés de la parroquia
"Estábamos en casa y hemos visto temblar nuestras ventanas y todo el edificio que se ha movido", dijo Simona Garufi, una mujer de 45 años que vive a 600 metros de la explosión.
Lorenzo Fomento, un comerciante italiano de 43 años que estaba trabajando desde su casa cercana al lugar afirmó que sonó "como una explosión" y "todo el mundo abrió sus ventanas y miró hacia afuera. El ruido fue muy fuerte".
Valentín Moreno, agente de ventas de 48 años, se encontraba a cien metros del lugar cuando escuchó "una explosión muy grande".
"Creí que era una bomba pero parece que fue una explosión de gas", dijo.
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La historia de David, el voluntario que revisaba la caldera que explotó en Madrid. Era feligrés de la parroquia
La capital española se estaba recuperando todavía de una histórica nevada caída hace casi dos semanas, seguida por una ola de frío glaciar que dificultó la retirada del hielo y la nieve todavía presentes en numerosas calles.
Precisamente debido a la presencia de hielo en el exterior, los alumnos de la escuela aledaña se quedaron dentro de las clases durante el recreo, lo que les protegió de la lluvia de escombros caída sobre el patio del colegio por la explosión.
"Esto podría haber sido una tragedia gigantesca", aseguró el alcalde madrileño.