Chile era atravesaba este martes por una jornada de huelga general convocada por la Mesa de Unidad Social y ya son 26 las movilizaciones en la cuarta semana de protestas. El reclamo consiste en la posibilidad de crear cabildos ciudadanos que gesten una Asamblea Constituyente para dar por tierra con el ordenamiento legal socio político actual y además pide reivindicaciones de carácter social.
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"La huelga general se ha consolidado como una expresión del Movimiento Sindical Público y Privado, en unidad con el movimiento social, para profundizar la demanda de transformaciones estructurales y Asamblea Constituyente", reza el instructivo publicado por la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales de Chile (ANEF).
Asimismo, el órgano de defensa social anunció que esta medida de protesta obedece a la necesidad que impera en Chile por lo que han denominado "la conquista de los derechos sociales".
Las movilizaciones que acompañaron este inicio de la huelga general comenzaron a partir de las 11, en la Plaza Baquedano de Santiago.
A unas cuadras de la plaza, en las inmediaciones del palacio de gobierno, grupos de encapuchados se enfrentaron con la policía que los dispersó con chorros de agua y gases lacrimógenos.
En Santiago el registro civil adhirió al paro convocado por la Asociación Nacional de Empleados Fiscales y otras organizaciones gremiales y prestaba servicios mínimos para aquellos que se fueran a casar y tuvieran cita previa, mientras empleados de la salud pública interrumpían el tránsito afuera del ministerio del ramo.
Las clases fueron suspendidas porque muchos profesores y alumnos no podían acudir a cumplir sus tareas rutinarias.
En las demás ciudades del país, los sindicatos y otras organizaciones se reunieron en las principales plazas de cada localidad.
Todos los sectores comprometidos con la paralización general en Chile, se plegaron al petitorio de una nueva Constitución Política que permita la transición a la mejora de los trabajadores y la colectividad en general.
"No vamos a trabajar, no enviar los niños al colegio, no realizar trámites bancarios", fueron algunas de las consignas que sustentaron en las redes sociales el llamado a huelga general.
En simultáneo con la huelga, la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de la Cámara de Diputados de Chile aprobó un plebiscito para consultar al pueblo y ratificar la gestación de una nueva Constitución.
En Valparaíso, el Congreso suspendió sus actividades y se registraba un paro del transporte público y privado al que se sumó el metro que une la ciudad con el balneario de Viña del Mar y otras urbes. En las inmediaciones de la sede legislativa encapuchados lanzaron piedras y levantaron barricadas que luego derivaron en saqueos.
En horas de la mañana algunos locales fueron apedreados, lo que inhibió la apertura de muchos comercios y pequeñas y medianas empresas ante el temor de ser saqueados o que sus instalaciones sean atacadas. La Comuna de Valparaíso confirmó el paro de sus funcionarios.
En Concepción, al sur del país, las manifestaciones fueron multitudinarias. En tanto, grupos menos numerosos se congregaban en Temuco, también en el sur. En Antofagasta, al norte, barricadas obligaron a suspender el transporte público. Y en Punta Arenas, en la Patagonia, centenas salieron a las calles a mostrar su descontento.