En declaraciones al programa “The Benny Show”, el asesor Corey Lewandowski indicó que “no hay refugio” dentro de Estados Unidos para quienes se encuentren ilegalmente, ni en el Super Bowl ni en “ningún otro lugar”.
Lewandowski incluso cuestionó la elección del puertorriqueño como figura central del espectáculo, diciendo que es “vergonzoso” que alguien que “parece odiar tanto a Estados Unidos” represente el evento.
A pesar de las críticas del Gobierno, cabe recordar que Bad Bunny, Benito Antonio Martínez Ocasio, es ciudadano estadounidense al haber nacido en Puerto Rico, territorio de Estados Unidos.
El artista no incluyó Estados Unidos en gran parte de su gira mundial por temor a redadas de ICE, afirmando que la posibilidad de que agentes migratorios estuvieran presentes en sus conciertos generaba inseguridad para sus seguidores latinos.
Su participación en el Super Bowl ha sido vista como un momento simbólico: será el primer artista latino en liderar en solitario el espectáculo de medio tiempo, que se realizará el 8 de febrero en Santa Clara, California.
El anuncio del Gobierno de Donald Trump generó fuerte polémica. Medios como Entertainment Weekly destacan que la idea de desplegar ICE en un evento masivo convierte al entretenimiento en un escenario de política migratoria activa.
Además, el sitio Deadline confirmó que ICE estará activo durante el halftime show del Super Bowl. Deadline reportó que esa aplicación de la ley no se limitaría al estadio, sino que: “ICE realizará labores de aplicación migratoria en todo el evento”.
Críticos advierten que estas medidas podrían intimidar a asistentes latinos e inmigrantes, generando temor al acudir a un espectáculo público ante riesgo de detención, incluso si su estatus migratorio es irregular o está en proceso.
Defensores del artista resaltan la paradoja de que mientras el Gobierno amenaza presencia en su concierto, se trata de un evento televisado nacional con enorme impacto cultural, y que Bad Bunny usará como plataforma para denunciar la dureza de las políticas migratorias estadounidenses.
Cuando el Gobierno de Donald Trump decide trasladar operaciones de inmigración al escenario del Super Bowl, se evidencia cómo las políticas migratorias se fusionan con la cultura popular. Para la comunidad latina, estos anuncios pueden generar temor, división y autocensura.
La actuación de Bad Bunny se convierte en un acto cargado de simbolismo, un artista latino ciudadano de Estados Unidos, enfrenta la contradicción entre su identidad cultural y las acciones del propio Gobierno que lo apunta. Las próximas semanas mostrarán si la administración de Trump cumple con ese despliegue o si enfrenta resistencias políticas o legales.
Fuentes: EFE, Axios, Deadline y ew.com.