Una nueva atracción despertó una fuerte polémica en redes sociales. Los participantes del juego corren el riesgo de ser asesinados y, si esto ocurre, son incinerados y después tienen la oportunidad de volver a la vida.
Bajo el nombre de "Despertar", la atracción ofrece a los participantes, que entran en grupos de diez, a que elijan a quién sacrificar. El elegido entra a un horno crematorio falso que lanza llamas simuladas por encima de su cuerpo.
Posteriormente, la persona sale por un orificio donde escribe su experiencia y el aprendizaje adquirido. El juego, cuya entrada cuesta 68 dólares, se encuentra en Shangai, en China.
"Es una sensación interesante. Al menos, te da la oportunidad de calmarte un poco y reflexionar sobre la vida", relató Lu Siwei, uno de los entusiastas participantes del juego.
En relación con su experiencia, Ji Ruoxing contó que "todo se volvió negro y la sensación fue muy real, sobre todo al principio: cuando estaba sentado en el interior de esa habitación y se abrió la puerta, podía escuchar el ruido y estaba un poco asustado".