Los ex presidentes de Bolivia Carlos Mesa y Jorge Quiroga rechazaron el anuncio del mandatario Evo Morales de concederles una amnistía judicial, para que continúen sus tareas de defensa del reclamo marítimo ante Chile.
Ambos objetaron por separado la decisión de Morales, a cuatro días de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) emita su fallo sobre el pedido de La Paz para que se obligue a Chile a negociar de buena fe una solución a su falta de salida al mar.
Morales dijo en una declaración de prensa ayer que "he tomado la decisión de que ningún ex presidente, salvo acusaciones de delitos de lesa humanidad o genocidio, tengan procesos judiciales pendientes que entorpezcan las nuevas actividades internas y externas de defensa de nuestro derecho marítimo".
La amnistía requiere de la aprobación del Congreso, controlado por el oficialismo.
Mesa afronta un juicio por unos decretos durante su gobierno (2003-2005) que afectaron a la minera chilena Quiborax, indemnizada por el Estado con 42,6 millones de dólares por orden de el tribunal arbitral CIADI del Banco Mundial (BM).
Tras la decisión presidencial, Mesa escribió en su cuenta de la red Twitter su "aprecio al gesto del presidente". "Pero no acepto la presunción de culpabilidad", agregó el ex mandatario, cuya defensa lleva adelante otro juicio para sancionar a los "verdaderos culpables".
Quiroga, en tanto, es enjuiciado por la supuesta firma de acuerdos con firmas petroleras sin autorización del Parlamento durante en su corto periodo de gobierno (2001-2002).
El ex mandatario respondió horas después que "yo no tengo nada de qué ser amnistiado, si hubiera justicia y democracia en Bolivia, Tuto Quiroga debía estar condecorado".
En ese sentido, indicó que lo acusan porque en su gobierno se firmaron contratos para la exploración del reservorio Aquío-Incahuasi, en el sureste del país. El campo está siendo explotado actualmente por el consorcio franco ruso Total-Gazprom, tras un acuerdo con la administración Morales.
Por el momento, el gobierno no comentó las reacciones de los dos ex gobernantes, ambos críticos del oficialismo.