En el blog Gizmodo detallaron algunos los monumentos más surrealistas que adornan sus ciudades. Ellos piensan que las embellecen, sin embargo, el visitante solo puede mirarlos atónito y con la boca abierta.
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Fuente-mural de lavabos y urinales, en Foshan. Mide 100 metros de largo y el agua discurre por todos ellos.
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cerditos felices, en Zhengzhou.
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El filósofo Lao-Tsé, en Shuzou.
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Monuemento a un ratón, en el distrito tecnológico de Xian.
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Dinosaurios que se besan, en Erenhot, en la frontera con Mongolia.
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Estatua de un BMW Z4, en Pekín.
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El Aro de la Vida, en Fushun.
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Robot Optimus Prime, en Yunnan.