Por el cambio climático

Los electrodomésticos en Europa, por Ley, deberán durar más y gastar menos

Por UNO

Un cambio sustancial está buscando la Comisión Europea de Economía, luego de que anunciara a través de su próxima directora ejecutiva Ursula Von der Leyen, que los electrodomésticos deberán durar más y gastar menos, con el fin de adaptarse a las exigencias del cambio climático.

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Desde Bruselas anunciaron este martes la adopción de nuevas normas encaminadas a favorecer el alargamiento de la vida útil de los electrodomésticos, su menor impacto ambiental y el ahorro económico para los ciudadanos.

Para alcanzar ese triple objetivo, pondrá en marcha una batería de nuevas obligaciones para los fabricantes: las piezas de recambio de las heladeras deberán estar disponibles un mínimo de siete años después de que el consumidor compre el aparato y 10 años en el caso de lavarropas y lavavajillas, que además deberán utilizar menos agua.

La norma española prevé un plazo de tres años menos para la disponibilidad de piezas funcionales de aparatos domésticos.

Básicamente lo que se persigue es que los repuestos estén disponibles en el mercado por más tiempo, ya que lo que sucede hoy es que las piezas quedan obsoletas, no se encuentran en las tiendas de reparación y por tanto los usuarios comienzan a desprenderse de su "línea blanca".

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En otras palabras, lo que la Comisión Europea quiere es terminar con la obsolescencia programada de estos aparatos, no generar más desechos en el ambiente, no generar más gases emitidos por la fabricación de nuevas máquinas y prolongar la vida útil de refrigeradores y lavadoras.

De este modo, refrigeradores y lavadoras deberán contar con tres requisitos esenciales desde 2021 cuando se implemente:

  • Las piezas de recambio de refrigeradores deberán estar disponibles un mínimo de siete años después de que el consumidor compre el aparato.
  • 10 años en el caso de lavadoras y lavavajillas.
  • Además deberán utilizar menos agua.

Los fabricantes aseguran que cumplen esa norma y creen que la renovación de aparatos también se produce, además de porque dejan de funcionar, porque no cumplen sus expectativas, no se ajustan a nuevas tecnologías o  prefieren un nuevo modelo.

Con los nuevos requisitos para lavadoras y lavavajillas, desde Bruselas se calcula que se dejarán de gastar 711 millones de metros cúbicos de agua año en el primer caso y 16 millones en el segundo. Además, plantea nuevas exigencias de durabilidad para los aparatos de iluminación.

En total, la Comisión Europea espera un ahorro de 150 euros al año de media por ciudadano -un recorte del consumo de energía anual hasta 2030 equivalente al gasto de Dinamarca- y evitar la emisión de 46 millones de toneladas de dióxido de carbono en poco más de una década.

Fuente: El País

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