"Yo diría que el mensaje es que él (papa Francisco) escogió a alguien muy pastoral... es un mensaje muy importante", dijo Cristina Traina, profesora de Estudios Religiosos en la Universidad del Noroeste.
"Lo que el papa ha dicho es que buscaba a alguien que establezca comunicación con la gente... alguien cuyo énfasis sea la misericordia, el ministerio, que tienda la mano a las personas y sirva a los pobres", agregó.
Traina dijo que no es coincidencia que el papa nombrara a Blase Cupich, un obispo de 65 años relativamente desconocido de la pequeña diócesis de Spokane, Washington, para dejar atrás a un peso pesado conservador de la iglesia, el cardenal en retiro Francis George Burke, en momentos en que asignó a un cargo menor a otro de los principales conservadores, el cardenal Raymond Burke, al que retiró como prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica.
El nombramiento de Cupich fue bien recibido en las iglesias vecinas, donde los feligreses se quejaron discretamente de que George no les pedía opinión y no visitaba las parroquias tanto como hubieran deseado, en particular durante la actual lucha contra el cáncer que libra el cardenal.
"Todo ha cambiado con este papa que tenemos y creo que (Cupich) saldrá a caminar con nosotros", dijo Israel Flores mientras se dirigía a una iglesia en el vecindario Pilsen, predominantemente hispano, en la ciudad, días después del anuncio del nuevo arzobispo.
Incluso George reconoció que tenía sentido la selección de un obispo cuyo estilo es contrario al de él, más abierto y receptivo a las ideas de los demás.
"Imagino y espero que sea el caso, que (Cupich) tenga un estilo diferente, un tono distinto", declaró en fecha reciente George al periódico Chicago Tribune.
"Eso es bueno porque hay personas con las que no pude establecer comunicación y el podrá hacerlo, y hay cosas a las que yo no consideré importante atender y que el sí considera importante", apuntó.