Una niña de cuatro años sorprendió a la comunidad de Tramore, en Irlanda, al empezar el colegio esta semana como cualquier chico de su edad. La emoción -y el alivio- se debió a que la pequeña nació sin sangre en las venas por una extraña condición sufrida durante el embarazo y podría haber muerto.
La nena no sólo nació seis semanas antes de lo previsto, sino que durante el embarazo fue privada de oxígeno y de sus plaquetas. Los médicos temían que no sobreviviera.