"Se trata de producir medicamentos específicos para patologías extremamente graves", explicó Lorenzin, quien mencionó la esclerosis múltiple y la terapia del dolor.
"No queremos dar un valor ideológico ni cultural a la decisión, es una operación que va a beneficiar sobre todo a los enfermos", recalcó la ministra.
El cannabis será cultivado y tratado en un cuartel especial de Florencia (centro de Italia) donde será creado un laboratorio "químico y farmacéutico militar" que desarrollará el producto, el cual será distribuido también al sector civil.
El laboratorio producirá entre 80 y 100 kilos al año de principio activo para cubrir las necesidades de Italia y será distribuido a farmacias locales y hospitales.
"Importar un gramo de principio activo, THC, cuesta 15 euros. Con nuestra producción el precio se reducirá a al menos la mitad, lo que beneficiará al seguro social", comentó Lorenzin.
Un grupo de trabajo se encargará de vigilar y controlar todo el sistema de producción del cannabis, que entrará oficialmente al mercado en 2015.