Murió el sicario de Escobar

Los crímenes más atroces de Popeye, el sicario de Pablo Escobar, y el secreto que se llevó a la tumba

Por UNO

Jhon Jairo Velásquez Vázquez, más conocido como Popeye, uno de los sicarios más sangrietos del Cartel de Medellín y mano derecha de Pablo Escobar, falleció en Bogotá a causa de un cáncer gástrico.

El ex líder de sicarios del Cartel de Medellín estaba en el Instituto Nacional de Cancerología de Bogotá, donde la habían practicado una gastrostomía debido a un avanzado cáncer gástrico que lo aquejaba, informó el diario El Espectador.

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Bajo las órdenes de El Patrón, Popeye fue responsable de por lo menos 3000 crímenes, que incluyeron asesinatos, bombas, atentados, magnicidios, secuestros y extorsiones, además del tráfico de drogas.

Participó en los crímenes más atroces y su figura se acrecentó a partir de sus propias confesiones y la serie en Netflix.

Popeye se entregó a la Justicia en 1992, un año antes de que muriera Pablo Escobar. Pagó una pena de 23 años.

Volvió a la cárcel por incurrir en nuevos crímenes de extorsión, y allí le fue diagnosticado un cáncer de esófago en fase terminal (estado IV), con metástasis en pulmones, hígado y otros componentes abdominales, que finalmente acabó con su vida.

El asesinato de Guillermo Cano Isaza, director de El Espectador

La Justicia colombiana le adjudicó el homicidio al director del Espectador, Guillermo Cano Isaza, el 17 de diciembre de 1986. Tuvo una participación crucial en la planeación y ejecución del asesinato al reconocido periodista colombiano.

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Lo mataron en la puerta de su diario, cerca de las siete de la noche, cuando sicarios al servicio del cartel de Medellín y presuntamente comandados por Popeye, le esperaron que llegara en su Subaru Leone Wagon vino-tinto de placa AG 5000 para acercarse al vehículo y dispararle ocho veces en el pecho con una ametralladora.

El magnicidio del líder liberal Luis Carlos Galán

El candidato a presidente Luis Carlos Galán fue asesinado en la plaza pública de Soacha, un 18 de agosto de 1989, cuando se disponía a dar un discurso en el marco de la campaña que lideraba.

Galán era un opositor acérrimo de Escobar, y había hecho de la extradición, el principal miedo de los narcos colombianos, su bandera de campaña hacia la Presidencia de la República.

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En 2007 durante una entrevista, Popeye confirmó la autoría del crimen por órdenes de Escobar y de Gonzalo Rodríguez Gacha, alias el Mexicano, otro de los narcos más poderosos del Cartel de Medellín.

Su participación en le crimen fue asegurarse de contratar a los sicarios que cometieron el asesinato y pagarles una vez cometido el crimen. También compró la camioneta Mazda en la que movilizaron para ejecutar las órdenes de Escobar.

Secuestro del Expresidente Andrés Pastrana y del ex vicepresidente Francisco Santos

Popeye confesó el secuestro de Andrés Pastrana, quien gobernaría Colombia entre 1998 y 2002. Diez años antes, el 18 de enero de 1988 sería victima de un secuestro que realizó personalmente el lugarteniente de Escobar, quien lo tuvo retenido durante ocho días con el fin de presionar al Gobierno para que aboliera la extradición, el castigo más temido por los narcos colombianos.

Para ese entonces Pastrana era candidato a la Alcaldía de Bogotá, cargo que finalmente ganó. Los sicarios que lo secuestraron lo esperaban a las afueras de su sede de campaña y después de pasarlos por varios vehículos terminaron recluyéndolo en una casa de un narco a las afueras de la ciudad. Pese a ser enviados por Escobar y sus secuaces, se identificaron como miembros del M-19, una guerrilla que operó en Colombia hasta 1991.

Durante su secuestro el expresidente colombiano se encontró cara a cara con el propio Pablo Escobar quien según ha contado Pastrana lo saludó con un “buenas noches, Andrés”. Pastrana le respondió: “Pablo, ¿buenas noches? Usted me tiene secuestrado y no sé si en el próximo minuto voy a estar muerto, ¿cuáles buenas noches?”

Así le narró el encuentro a El Espectador: “Hablamos de las doce de la noche hasta las seis de la mañana. De la extradición y de la mafia, pues acababan de ponerle una bomba al Edificio Mónaco. Escobar me contó cómo casi le matan a su señora y a sus hijos. Hablamos de todo, de cómo metía la droga a los Estados Unidos y cómo manejaban el negocio. En un momento, me dijo que el viernes siguiente iba a secuestrar a Carlos Mauro Hoyos, procurador general de la Nación”. Así, Pastrana se enteró del episodio que paradójicamente sería clave para su liberación.

Años después, en prisión, el expresidente cuya profesión es periodista fue a entrevistar a su secuestrador, allí Popeye le pidió perdón personalmente por haberlo raptado.

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Algo similar sucedió con otro famoso secuestrado del Cartel de Medellín, Francisco Santos Calderón, quien en 1990, año de su secuestro, era editor del periódico El Tiempo.

Santos, que sería el vicepresidente de Álvaro Uribe Vélez durante los dos periodos que estuvo en el poder (2002-2010), estuvo en poder de Escobar y sus sicarios durante ocho menes. Popeye de nuevo fue uno de los responsables de su tiempo en cautiverio y años después en 2012 fue entrevistado por su víctima. “Cuando le secuestramos, estaba en un 99,9% muerto”, cuenta Santos que le dijo entonces.

Asesinato del procurador Carlos Mauro Hoyos

El 25 de enero de 1988 el Procurador General de Colombia, Carlos Mario Hoyos, fue asesinado por la propia mano del jefe de sicarios del Cartel de Medellín, John Jairo Velásquez Vásquez, Popeye.

En su propia narración de los hechos, el confeso asesino recuerda: le hago el juicio y le pego tres o cuatro tiros. Busco un teléfono, llamo a Caracol Radio y digo que acabamos de ejecutar al Procurador, doy el sitio y logro centrar la atención de las autoridades para poder escaparme”.

La orden inicial de Escobar era solo secuestrar a Hoyos, quien junto con Andrés Pastrana, quien ya estaba en su poder, serviría como presión al Gobierno para tumbar la extradición. Sin embargo durante el operativo de secuestro, se desencadenó un tiroteo en el que murió el escolta del Procurador y uno de los sicarios de Escobar. Hoyos por su parte, resultó herido, y fue trasladado por Popeye y el resto de sicarios a las afueras de Bogotá, cerca del lugar donde tenían retenido a Pastrana.

La respuesta de las autoridades fue tal que Escobar dio la orden de liberar al entonces candidato a la Alcaldía de Bogotá para bajar la presión, pero tras liberado siguió el asedio por lo que el capo ordenó la ejecución de Hoyos.

La llamada a la que se refiere Popeye fue hecha tras el asesinato, en ella se dijo que Escobar ordenó matar al Procurador por “vende patria”, dio las coordenadas para que encontraran el cuerpo y colgó dejando la advertencia: “la guerra sigue”.

La verdad que se llevó a la tumba

"¿Qué es lo peor que usted sabe y que le ha dicho a la justicia?", le preguntó la periodista mexicana Adela Micha en una entrevista en 2015.

“Mire lo más teso que yo sé son cosas de un expresidente colombiano que algún día habrá que decirlo pero por ahora no se puede, porque es el hombre más poderoso de Colombia, más poderoso que cualquier mafioso… poderoso económicamente, políticamente, de todo, es el dueño de Colombia”, respondió Popeye, el sicario de Escobar.

Ese secreto jamás fue revelado y, hoy, con su muerte, quedó enterrado.

Con información de Infobae

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