Las protestas de estudiantes de la oposición contra el gobierno de Nicolás Maduro bajaron de intensidad este martes en Venezuela, un día antes del diálogo de paz convocado por el gobierno para acabar con la violencia de las últimas semanas.
En un intento de aplacar la tensión, Venezuela anunció que designó un embajador en Estados Unidos. Pero este mismo martes, Washington expulsó a tres diplomáticos venezolanos en reciprocidad a una medida similar de Caracas del 17 de febrero.
Durante la jornada Caracas volvía lentamente la normalidad, aunque en algunos barrios de clase media pequeños grupos de manifestantes cortaron parcialmente las vías con escombros y basura.
Durante la noche del lunes antimotines dispersaron pequeños grupos de manifestantes en Caracas. Reportes procedentes del estado de Táchira, donde iniciaron las protestas estudiantiles el 4 de febrero, dieron cuenta de incidentes, sin que se haya informado de heridos.
Una treintena de estudiantes, en un país con una matrícula de 2,6 millones de universitarios, se movilizó hacia la embajada de Cuba, ubicada en un barrio acomodado del este de Caracas, para rechazar lo que denuncian como injerencia de ese país aliado del gobierno de Nicolás Maduro.
"Lamentablemente en los cuarteles de Venezuela existe presencia de militares del gobierno de los hermanos Castro", dijo la dirigente estudiantil radical Gabriela Arellano --quien pide la renuncia del presidente-- frente a la legación cubana, que estuvo resguardada por militares y policías.
Más temprano, una docena de jóvenes se concentraron en el barrio clase media alta Los Naranjos en rechazo al gobierno y a la crisis económica con pancartas de tela como: "Venezolano que no
protesta, no sale de esta. Únete".
Un diálogo de paz pendiente
En una reunión en la presidencia con gobernadores y alcaldes, Maduro reiteró la noche del lunes su invitación a un diálogo con varios sectores para el miércoles, en el que se espera la participación del líder opositor Henrique Capriles, también gobernador del estado Miranda (norte).
"Estoy seguro que de ahí van a salir grandes acuerdos para el futuro de la patria (...) Lo primero tiene que ser respetarnos, entendernos, respetar la Constitución", dijo Maduro al término del encuentro, al que Capriles se negó a asistir en rechazo a la "violación de los derechos humanos y represión" registrada en las protestas.