David Cameron admitió este jueves que tuvo participación en un fondo de inversión offshore creado por su padre, Ian Cameron, desde 1997 y enero de 2010, cuatro meses antes de asumir como jefe de gobierno en Londres.
Cameron lo reconoció en una entrevista con la cadena de noticias local ITV, apenas cinco días después de que el premier rechazara cualquier relación con la empresa offshore de su difunto padre que revelaron el domingo pasado los Panamá Papers. El dirigente explicó este jueves que fue titular, junto con su esposa Samantha, de 5.000 títulos de Blairmore Investment Trust, el fondo de inversión creado por su padre padre en Bahamas en 1997, y reiteró que "no tienen nada que ocultar", informó la agencia de noticias EFE. Más tarde, el vocero del jefe de gobierno explicó que Cameron y su esposa compraron una participación por 12.497 libras (16.500 dólares) y las vendieron por 31.500 libras (41.500 dólares) unos 17 años después. "Quiero ser todo lo claro que pueda sobre el pasado, el presente y el futuro porque, francamente, no tengo nada que ocultar. Estoy orgulloso de mi padre, de lo que hizo, del negocio que estableció y de todo lo demás", afirmó Cameron. Según agregó, las transacciones estuvieron "siempre sujetas a todos los impuestos del Reino Unido". Pese a su defensa, Cameron continúa enfrentando feroces críticas por parte de la prensa local. El premier británico es apenas uno de los tantos dirigentes políticos mencionados por los Panamá Papers, junto con el presidente Mauricio Macri y los reyes de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Hace cuatro días, el diario alemán Süddeutsche Zeitung y decenas de medios miembros del ICIJ publicaron una investigación mundial que involucró a más de un centenar de líderes políticos y numerosas figuras de la cultura y el deporte que crearon o están vinculados a sociedades offshore en paraísos fiscales. La investigación se sustentó en la filtración de 11,5 millones de documentos que reflejan cómo un estudio de abogados panameño, Mossack Fonseca, creó 15.000 compañías offshore a través de 500 bancos y subsidiarias en las últimas cuatro décadas.