La Justicia de Familia está ordenando este año unas 20 exclusiones o restricciones de acercamiento por día.

Aumentan el 50% denuncias por violencia en el hogar

Por UNO

La violencia intrafamiliar y de género aumenta día a día a pasos agigantados en Mendoza. La Justicia de Familia recibe cada vez más solicitudes de restricciones de acercamiento y exclusiones de hogar, demandadas por un universo plenamente femenino, que compone el 90% de los pedidos. En lo que va de 2018 el dictado de estas medidas judiciales de protección aumentó 50% respecto de 2017, y comparadas con el 2016 se dispararon el 300%.

Los datos, no oficiales, son los que surgen de la trinchera diaria de los Juzgados de Familia, de los expedientes que se abren cada jornada en los juzgados de turno, de las mujeres que de lunes a lunes se presentan allí pidiendo protección.

En 2016, los jueces de Familia emitían en promedio unas 7 medidas de protección por día, esto es unas 2.555 al año. En 2017 la cifra diaria trepó fuertemente a 14 por día. Y este año volvió a aumentar.

Los operadores judiciales que están en el terreno, en contacto directo con la tramitación de las medidas de protección, confiaron y confirmaron que en 2018, "en promedio, se están dictando entre 20 y 21 medidas de protección por día, cifra que los fines de semana aumenta a unas 30 por jornada".

El motivo del incremento los sábados y domingos es que no son laborables, hay más convivencia, y donde hay conflicto las cosas se ponen peor.

Así, la proyección para este año rondaría las 7.300 órdenes, entre restricciones de acercamiento y exclusiones de hogar.

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Ante esta realidad, los tribunales de Familia que ya estaban abarrotados de casos de todo tipo, ahora lo están más porque la demanda diaria supera lo que puede soportar la estructura de personal

Esto a pesar de los esfuerzos de la Suprema Corte de Justicia, que aumentó la cantidad de juzgados de Familia a 20 en toda Mendoza, y abrió muchos de ellos en las ciudades cabeceras de los principales departamentos, sacándolos de Capital.

Mujeres contra mujeres

La restricción de acercamiento y la exclusión de hogar son medidas de protección que se ordenan ante la presunción de que quienes las demandan pueden ser agredidas, estar en peligro o en riesgo de vida. Por eso no cualquier discusión familiar amerita la intervención judicial.

Tal es así que al menos una denuncia por día promedio es rechazada, porque los jueces descubren que se trata de un conflicto que no reviste de una situación de violencia, o aún peor, que tras la solicitud se esconde un desalojo encubierto contra el denunciado.

En el caso de tratarse de violencia de género quien pide la medida tiene que acreditar que hay una situación que la pruebe, un contexto que delata que es algo que viene ocurriendo hace tiempo, salvo que haya grave agresión física.

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Un dato curioso es que el 20% de las medidas de protección solicitadas a la Justicia es contra mujeres a las que se las acusa de maltrato familiar e incluso violencia de género.

Casi siempre son denunciadas por otras mujeres que dan cuenta de amenazas graves, maltratos psicológicos o físicos severos.

Contra ellas también se aplican restricciones de acercamiento y hasta exclusiones de hogar. Esta última suele ser compleja porque con la mujer denunciada deben partir los hijos y el marido, lo que exige una exclusión familiar de hecho del domicilio de la denunciante.

El ejemplo más común es la conflictividad que se desata entre suegra y nuera, o entre cuñadas que conviven bajo un mismo techo.

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Aunque suene extraño, las féminas pueden incurrir en violencia de género contra otra mujer. Se configura cuando se prueba que hay una relación de poder conflictiva de la denunciada contra la víctima, en donde la suerte de esta depende de la otra.

Un ejemplo extremo pero práctico es el caso de la hija discapacitada sometida por el maltrato de su madre de quien depende.

Los hombres también acuden a la Justicia a pedir medidas de protección contra las mujeres, y las consiguen.

Se trata del 10% de los casos y tiene que ver con ex maridos que piden una restricción de acercamiento contra su ex esposa.

O de situaciones familiares relacionadas con el cuidado de adultos mayores. A veces los varones detectan el maltrato de una mujer que está a cargo y piden la exclusión de hogar de esa persona.

El arrepentimiento tampoco falta a la hora de iniciar los trámites para solicitar medidas de protección.

Se trata del 20% de los casos o menos de los que se presentan. Son denunciantes que cambian de parecer a mitad del trámite y declinan el pedido, o bien que al tiempo de que se ordenó la restricción o la exclusión acuden al juzgado para solicitar que sea levantada.

Las restricciones de acercamiento se pueden aplicar en cualquier caso, mientras las exclusiones de hogar son para aquellas personas denunciadas que están conviviendo con la víctima.

El trámite para solicitar algunas de estas medidas de protección es rápido y normalmente la Justicia de Familia los expide en el mismo día, salvo que por razones ajenas al tribunal se imponga alguna demora.

En los casos más demorosos la medida de protección suele otorgarse a más tardar en 72 horas.

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Conflictividad. En la violencia intrafamiliar las mujeres son habitualmente las más vulnerables. 
Conflictividad. En la violencia intrafamiliar las mujeres son habitualmente las más vulnerables.  
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