Empezó y terminó el mismo día. Finalmente duró poco el debate contra el hombre acusado de golpear, amenazar, secuestrar y violar 10 veces en un mismo día a su pareja. El hombre fue condenado pero por los delitos más leves y recuperó su libertad.
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La víctima de Claudio Ricardo Medrano (40) declaró en la primera jornada del debate y, según comentaron fuentes judiciales, sólo ratificó que habían tenido una discusión en un boliche donde el hombre la golpeó y amenazó.
De esta forma, terminó de caerse la acusación de haberla secuestrado y violado 10 veces en un mismo día. Las pruebas en contra de esa versión eran contundentes: testigos habían visto a la pareja entrar y salir -solos y juntos- de la pensión donde vivían y además la joven de 29 años no sólo tenía fluidos en su cuerpo de Medrano sino también de otras cuatro personas.
Es por esto que tras el testimonio de la denunciante, tanto la fiscal Daniela Ginestar como la defensa hicieron un acuerdo probatorio y descartaron los delitos más graves.
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De esta forma, el juez Eduardo Martearena terminó condenado a Medrano a 1 año y 7 meses de prisión bajo la calificación de lesiones leves y amenazas agravadas.
Como el agresor ya había cumplido ese tiempo en prisión preventiva, recuperó su libertad al finalizar el debate.
Violencia de género
Los hechos ocurrieron en noviembre de 2017 cuando, según la hipótesis fiscal, el hombre secuestró a una joven de 28 años con quien tenía una relación informal.
La mantuvo cautiva en una pensión ubicada en calle General Paz, en Ciudad, durante dos semanas. El día 20 de ese mes, la abusó sexualmente en diez ocasiones durante toda la jornada. La mujer presentaba lesiones compatibles con estos vejámenes.
El 2 de diciembre siguiente, la pareja se encontraba cenando en un lugar ubicado en calle San Martín de Ciudad cuando el hombre comenzó a amenazarla y golpearla. Personal del establecimiento lo echó a la calle y la víctima aprovechó la situación para escaparse y radicar la denuncia en la Comisaría Tercera. En tanto que el sospechoso escapó.
A las pocas horas se realizó un allanamiento en la pensión donde habrían ocurrido los abusos y se secuestró un buzo con manchas hemáticas, guantes de látex y un teléfono celular, pero no se logró detener a Medrano.
Fue capturado un año después en el oeste de Godoy Cruz cuando caminaba y fue interceptado por un efectivo policial.