El plazo vence este miércoles, según detallaron fuentes judiciales, por lo que Walter Bento deberá regresar al Complejo Penitenciario Federal VI ubicado en Cacheuta. A pesar de que hace algunos días sus abogados defensores presentaron un escrito con nuevos informes sobre la situación de la familia y pidiendo que el arresto domiciliario se convierta en permanente.
Con los tiempos al límite, las juezas Gretel Diamante, Carolina Pereyra y Eliana Rattá resolvieron la situación procesal del ex juez federal y fue más que importante, ya que significa en dónde quedará alojado por ejemplo durante las fiestas de fin de año y durante la feria judicial de enero, donde el megajuicio tendrá un receso.
Walter Bento y las coimas en Mendoza
A mediados de 2020 el supuesto empresario Diego Aliaga estuvo desaparecido y luego fue encontrado asesinado. Más allá de la conmoción por su crimen, comenzó a levantarse el rumor de que el hombre tenía contactos para sacar a presos de contrabando y narcotráfico en la Justicia Federal.
A fines de ese año, un sospechoso de financiar una narcobanda -Walter Bardinella Donoso- fue detenido y en su celular se encontraron conversaciones que alimentaron esa hipótesis. El fiscal federal Dante Vega estuvo siguiendo la pista hasta que decidió ordenar allanamientos, detenciones e imputaciones que se concretaron el 5 de mayo de 2021.
Entre los sospechosos se encontraban el juez federal Walter Bento -actualmente destituido y detenido-, su esposa Marta Boiza y un puñado de abogados. La investigación no cesó allí, ya que hubo otros avances e imputaciones a medida que pasaban los meses.
En líneas generales, la pesquisa sostiene que Walter Bento lideraba una organización ilícita dedicaba a gestionar coimas para darles beneficios a presos, tales como arrestos domiciliarios o la libertad. Diego Aliaga habría sido la mano derecha del magistrado y su trabajo era contactar a las personas que caían presas por causas de contrabando o narcotráfico.
El hombre les ofrecía los beneficios a cambio de jugosas coimas que eran pagadas en dólares y hasta en inmuebles. Luego comenzaban a ser representados por alguno de los abogados acusados que presentaban escritos para que el magistrado dictaminara la salida de la cárcel.
El fiscal Vega cuenta con testigos para sostener su acusación, además de mensajes y llamadas -generalmente mediante la aplicación Telegram- donde los sospechosos hacían referencia a los sobornos y al juez Bento con algunos eufemismos. Del otro lado, los abogados defensores sostienen que es una causa que fue armada contra el magistrado por cuestiones políticas.
Por otro lado, la acusación consideró que Walter Bento y su clan familiar se enriquecieron y lavaron el dinero que provenía de las coimas en Mendoza. Prueba de ello, según la Fiscalía Federal, son los centenares de viajes que realizó el matrimonio durante los últimos años, las propiedades y vehículos que adquirió y los fondos de comercio en que invirtió.