Tres de los cuatro "Asesinos de Mala Madera", tal como las autoridades judiciales los apodaron, volvieron a ser condenados por el crimen del carpintero Carlos Moya ocurrido en un asalto en Guaymallén a fines de 2017. Los asesinos recibieron penas de entre 18 y 22 años de cárcel
Ocurrió en Guaymallén
Volvieron a condenar a los "Asesinos de Mala Madera" por el crimen del carpintero Carlos Moya
Un juez sentenció a Diego Vildoza a 18 años de prisión, a Lucas Villanueva a 18 años y 7 meses y al Toro Agüero a 22 años por el crimen del carpintero ocurrido a fines de 2017 en un asalto
Lucas Villanueva y Diego Vildoza, condenados por el crimen del carpintero Carlos Moya.
Diego Pelado Vildoza, Francisco Toro Agüero y Lucas Villanueva atravesaron un proceso con varias idas y vueltas que culminó este lunes. Primero enfrentaron un juicio por jurados donde arriesgaban la pena de prisión perpetua por el crimen en Guaymallén, pero zafaron de esa máxima condena gracias a un cambio de calificación. De todas formas fueron condenados a entre 22 y 23 años de cárcel.
Los abogados defensores apelaron ese fallo y lograron que la Suprema Corte de Justicia anule la sentencia por cuestiones técnicas. El máximo tribunal de Justicia ordenó que se vuelva a realizar al debate pero no para discutir la autoría de los asaltantes sino para definir nuevamente los años que deben pasar encarcelados.
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Esta etapa se celebró en los últimos días y este lunes el juez Mateo Bermejo condenó a Diego Vildoza a 18 años de prisión, a Lucas Villanueva a 18 años y 7 meses y al Toro Agüero a 22 años. Los tres fueron encontrados culpables de homicidio en ocasión de robo.
Crimen del carpintero
El 4 de noviembre de 2017, un grupo de delincuentes ingresó a una propiedad ubicada en calle Gutenberg al 995, en Villa Nueva. Allí vivía Carlos Moya y también tenía su taller de carpintería. Los asaltantes sabían que el comerciante había cobrado $20 mil de un trabajo reciente y ese dinero fue el que fueron a buscar. Para obtenerlo balearon a la víctima, quien murió en el acto.
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Los sospechosos fueron cayendo uno a uno. Diego Vildoza estuvo imputado por este hecho, pero luego recuperó su libertad por falta de pruebas y aprovechó para escaparse de las autoridades el 20 de agosto de 2019. Fue recapturado en los primeros días de febrero de 2020. En ese lapso de tiempo se detectó que estuvo recibiendo la ayuda de un policía para mantenerse en la clandestinidad. Este efectivo terminó condenado a 6 años de cárcel.
Los investigadores buscan a un quinto participante que está identificado como Miguel Donoso y tiene pedido de captura nacional e internacional.