Antes de su llegada a Mendoza, Gil Pereg fue denunciado en Israel por la enorme cantidad de basura que acumulaba y por andar desnudo en la residencia en la que vivía junto a otros cuatro compañeros de estudio, en el campus del Instituto de tecnología Technion.

Luego de estos episodios, por los que que durante meses buscaron desalojarlo, habrían intentado internarlo en un psquiátrico, pero escapó de su país y eligió Mendoza para comenzar una nueva vida, ya que aquí vio muchas "oportunidades para hacer negocios".

El informe fue publicado en una web judicial de Israel, la que indica que el problema ocurrió en el transcurso del 2007, cuando Gil Pereg solicitó un dormitorio en el campus de Technion para continuar sus estudios.

El pedido fue aceptado y podía residir en ese lugar desde marzo de 2007 hasta el 15 de septiembre de ese mismo año, salvo que por alguna excepción se le concediera alguna extensión del plazo.

En ese lugar vivía con otras cuatro personas, cada uno en una habitación, que compartían el living, la cocina y el baño.

Los problemas comenzaron en mayo de 2007, cuando sus compañeros de departamento presentaron una queja por la acumulación de basura en su habitación y también en los espacios comunes, por lo que Gil Pereg fue llevado ante un comité disciplinario donde se negó a firmar una citación y luego no se presentó a la audiencia a la que fue citado.

Como consecuencia, las autoridades del comité disciplinario de Technion castigaron a Gil Pereg a hacer 25 horas de trabajo, bajo supervisión, hasta agosto de 2007, pero para el israelí esta pena no significó nada y continuó con sus molestas prácticas de juntar basura, por lo que a sus compañeros no les quedó otra opción que volver a reclamar que era imposible seguir viviendo en ese lugar junto a él.

El comité decidió desalojar a Gil Pereg, pero tampoco acató la orden, por lo que un tiempo después tuvo una reunión con el decano y el encargado de los departamentos, y llegaron a un acuerdo que indicaba que debía irse a fines de septiembre.

Para pesar de sus compañeros, sus actitudes no cambiaron. El último día que tenía de residencia allí estaba desnudo y molestaba a las mujeres no permitiéndoles pasar por un espacio común.

Por este hecho llamaron a la Policía, se lo llevaron detenido y lo trasladaron a un hospital psiquiátrico, donde estuvo unos días y luego volvió a la residencia de estudiantes.

Finalmente, Gil Pereg abandonó el predio en octubre. Pero ante el temor de ser encerrado en un psiquiátrico nuevamente, decidió irse de su país e instalarse en Mendoza.