Acusada de matar a su esposo

El próximo juicio por jurados en Gran Mendoza tendrá a una mujer en el banquillo de los acusados

Por UNO

Con la condena a prisión perpetua a Sebastián Petean Pocoví (34) todavía fresca, el Gran Mendoza comienza a preparar el segundo juicio por jurados de su historia. Se trata de un caso particular: una mujer acusada de matar a su marido.

Este martes en San Rafael, Damián Ortega comenzará a ser juzgado por un jurado popular por el asesinato de su expareja, la policía Florencia Peralta. Mientras tanto, en los Tribunales locales una mujer se prepara para transitar el mismo camino.

El próximo lunes, Claudia Jaquelina Cortez Tarabay (49) se sentará en el banquillo de acusados donde enfrentará una dura imputación por homicidio agravado por el vínculo.

El hecho ocurrió el 28 de junio pasado en un domicilio ubicado en calle México al 2233, en el barrio Villa Jovita de Godoy Cruz. Allí vivía la mujer junto a su esposo, Carlos Ernesto Pelayes (48), y los tres hijos del matrimonio -de 23, 16 y 6 años-.

En las primeras horas de la mañana de esa jornada, uno de los jóvenes llamó al 911 notificando que su padre se había descompensado en una habitación. Personal médico acudió al lugar y constató que el hombre se encontraba sin vida aparentemente por una muerte natural.

De hecho en ese momento la mujer ratificó esa versión, agregando que la víctima había llegado al domicilio pocas horas atrás y se desmayó, por lo que comenzó a pedir auxilio.

Sin embargo, cuando personal de Policía Científica realizó las inspecciones de rigor en la escena del hecho constató que el cadáver presentaba una herida cortopunzante debajo de la clavícula.

El fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello tomó intervención e imputó a Cortez. El magistrado sostiene que la mujer asesinó a su pareja y luego lavó el cadáver y la habitación para hacerlo pasar por un infarto.

Uno de los hijos del matrimonio declaró en el expediente y aseguró que existían antecedentes violentos entre sus progenitores, generalmente agravados por el consumo de cocaína.

Tal como ocurrió en el juicio de Petean Pocoví, la defensa de Cortez no discute que haya sido autora del asesinato pero sostienen que se trató de legítima defensa, es decir, que se defendió de uno de los tantos ataques que sufría en contexto de violencia de género.

Para el fiscal Pirrello, el hecho de que haya sido violentada en ocasiones anteriores por su pareja no justifica el accionar homicida.

Será tarea del jurado popular escuchar los testimonios e inclinarse por una versión. En caso de que prime la tesis acusatoria, el juez técnico Aníbal Crivelli condenara a la mujer a prisión perpetua. Caso contrario, recuperará su libertad.