Ya pasó casi un mes de aquel lunes 23 de abril, cuando Juan Carlos Córdoba abrió su negocio de calle Doctor Moreno 1.156, entre calles Perón y Patricias Mendocinas, de Las Heras. Dos hombres llegaron con un extinguidor de fuego, nada extraño ya que el hombre se dedicaba a la reparación y carga de los mismos.
Pero no eran clientes, eran dos ladrones que lo amenazaron con armas de fuego para robarle. La víctima se resistió a ser asaltado, y en medio de un forcejeo uno de los delincuentes le disparó en la nuca a Córdoba y escaparon sin dejar rastros.
La hija del hombre salió del fondo del local al escuchar el disparo y encontró a su padre tendido en el suelo en un gran charco de sangre.
Una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado asistió a Córdoba y lo trasladó inmediatamente al Hospital Central, donde fue operado, pero no pudieron sacarle el proyectil de su cabeza debido a que quedó alojado en una zona muy delicada de su cerebro.