El fiscal Jorge Quiroga logró que en la primera instancia el juez Marco Martinelli dictaminara que hay pruebas suficientes para que el caso sea ventilado en un juicio donde se defina la suerte del médico Muñoz.
Como el imputado arriesga una pena de prisión perpetua, el debate deberá efectuarse bajo la modalidad de jurado popular. Sin embargo la defensa apeló y será un juez de segunda instancia quien deba ratificar esa decisión. Estaba previsto que el magistrado Ariel Spektor fallara el martes pasado, pero decidió apartarse de la causa y ahora deberá intervenir otro magistrado que será sorteado.
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María del Carmen Solís se quitó la vida en abril de 2017 en San Carlos.
Suicidio, hipnosis y femicidio
El 23 de abril de 2017 se encontró el cadáver de María del Carmen Solís ahorcado con una soga que pendía de un mueble de su casa ubicada en calle Las Heras, dentro de la localidad de Eugenio Bustos. El caso estremeció a casi toda la comunidad de San Carlos ya que la mujer era una docente muy querida y su esposo, Juan Antonio Muñoz, había liderado el Cuerpo Médico Forense (CMF) del departamento durante varios años.
Poco a poco comenzaron a surgir sospechas sobre el accionar de Muñoz, sobre todo desde el entorno familiar de la víctima. También surgieron varios testimonios que reconstruyeron un contexto de violencia de género en el cual estuvo sumergida la víctima durante la relación que duró más de 25 años. A los pocos días, Muñoz fue detenido e imputado por homicidio agravado por el vínculo y quedó alojado en la penitenciaría.
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La teoría del primer juez que instruyó la causa fue que el médico tenía conocimientos de hipnosis -de hecho atendía en un consultorio particular- y utilizó esa herramienta para concretar la muerte de la docente. La hipótesis era difícil de sostener -de hecho no hay antecedentes de condenas similares a nivel mundial- y se terminó cayendo.
Sin embargo, hubo una segunda versión de que Muñoz en realidad fue quien ahorcó con sus propias manos a la víctima fatal y utilizó sus conocimientos forenses para ocultar las evidencias. Esa versión tampoco prosperó y se dictó la falta de mérito ya que el informe de Policía Científica descartó de plano la participación de otra persona en el fallecimiento. Así fue que el sospechoso consiguió el arresto domiciliario y finalmente la libertad.
El expediente recayó en el fiscal departamental Jorge Quiroga quien planteó la tercera teoría: que si bien María del Carmen Solís se quitó la vida, Muñoz sabía que esto iba a ocurrir y no hizo nada para evitarlo. El magistrado utilizó como principal prueba una pericia post psicológica que se realizó a la víctima fatal donde se reconstruyó gracias a testimonios y su historia clínica que Solía padecía una agotamiento psicoemocional, tenía sintomatologías físicas, hipocondría y una deuda con un crédito bancario.
El investigador judicial sostiene que Muñoz, con sus conocimientos sobre medicina forense, debería haber advertido el posible suicidio y en lugar de tomar acciones para evitarlo hizo todo lo contrario: sometió a la mujer a un contexto de violencia de género y produjo un estado donde la mujer no encontró salidas internas o externas a su situación.