Se revelará esencialmente si es creíble, aspecto crucial para darle crédito -o no- al relato y posterior acusación que realizó el domingo 7 de julio en la Unidad Fiscal de Delitos Sexuales contra los rugbiers franceses Hugo Auradou y Oscar Jégou.
Este tipo de pruebas, entre otras, es indispensable para resolver si aquel día, entre las 5.30 y las 8.30, en una habitación del hotel Diplomatic de Ciudad, la mujer fue vejada y golpeada por los dos rugbiers franceses, tal como denunció; o si fue una relación sexual consentida, como declararon ellos.
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Los rugbiers franceses pedirán el sobreseimiento para volver a su país
La defensa técnica de los rugbiers franceses retoca los últimos detalles de un escrito para pedirle al fiscal Nora que les dicte el sobreseimiento definitivo, es decir que los desvincule totalmente del caso.
Este planteo se resolverá la semana próxima y en caso de ser favorable, los rugbiers Jégou y Auradou podrán regresar a su país, de donde salieron en julio como integrantes de la delegación de la Selección Francesa de Rugby, que estuvo de gira internacional por Argentina y Uruguay.
El equipo del abogado porteño Rafael Cúneo Libarona que completan los mendocinos Pablo Hnatow y Eliana Rivero está convencido de que los resultados de los peritajes realizados a la denunciante serán como el pasaporte de salida para sus clientes.
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El abogado Cúneo Libarona entre los rugbiers franceses Auradou y Jégou.
Foto: Rafael Cúneo Libarona
Ya esta semana se supo, también mediante una serie de peritajes psicológicos y psiquiátricos, que los imputados no tienen trastornos ni patologías vinculadas a lo sexual, lo cual los favorece en la consideración de la fiscalía.
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A un mes y medio de la denuncia contra los rugbiers franceses
El caso de los rugbiers franceses explotó el domingo 7 de julio por la noche.
Veinticuatro horas después de que Jégou y Auradou jugaran en el amistoso entre la Selección de Francia contra Los Pumas en el Malvinas Argentinas, una mendocina de 39 años se presentó en la Unidad Fiscal de Delitos Sexuales y denunció que ambos la violaron y la golpearon. Y que a uno de ellos lo había conocido en el boliche Wabi.
La denunciante acudió con la abogada Natacha Romano. A esa hora, ambos deportistas estaban en Buenos Aires y partirían con la delegación a Uruguay.
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Natacha Romano y Mauricio Cardello, abogados de la denunciante de los rugbiers franceses.
La gravedad de la denuncia y que los rugbiers franceses estaban a punto de salir del país motivaron al fiscal Nora a pedir la captura nacional e internacional.
Jégou y Auradou fueron detenidos el lunes 8 en un hotel de la Avenida del Libertador, en pleno centro porteño. Los alojaron en dependencias de la Policía Federal Argentina y fueron traídos a Mendoza el jueves 11 por la noche.
Los encerraron en la Estación Transitoria del Polo Judicial hasta que el 17 de julio la Fiscalía les concedió, a pedido de los abogados, el beneficio de la prisión domiciliaria.
Con tobilleras electrónicas vivieron en un departamento de calle Martínez de Rozas hasta el 12 de agosto por la tarde, cuando les dieron la libertad -aún bajo proceso- porque no había elementos suficientes para mantenerlos presos.
El Procurador Penal Adjunto, Gonzalo Nazar, respaldó la decisión del fiscal Nora y de la fiscal jefa, Daniela Chaler, de concederles la libertad -sin salida del país- porque el relato de la denunciante, dijeron, se fue debilitando con el correr de la investigación y la incorporación de pruebas hasta detectarse inconsistencias y contradicciones.
Los mensajes de audio de Whatsapp entre la denunciante y una amiga, que fueron ventilados durante las declaraciones de ambas, se convirtieron en punto de quiebre para la investigación, ya que ni el tono ni el contenido revelaban la existencia del delito denunciado.
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