Una causa de abuso sexual y pedofilia que se venía investigando con cierto hermetismo desde hace 6 meses derivó en la detención y dictado de prisión preventiva de un hombre en Godoy Cruz. La denuncia sostiene que durante varios años el hombre obligó a dos de sus hijos a mantener relaciones sexuales entre sí y los filmaba mientras lo hacían.
Caso de pedofilia
Cayó en Godoy Cruz un hombre acusado de obligar a sus hijos a tener relaciones y filmarlos
La causa de abuso sexual y corrupción de menores tiene detenido a un hombre de 47 años que vivía con las víctimas en el barrio La Gloria. Un juez le dictó la prisión preventiva
El chico de 17 años amplió su versión en la Cámara Gesell y se refirió a las situaciones violentas.
La investigación por abuso sexual tuvo sus inicios de una forma fortuita a mediados de mayo pasado. Las víctimas, que son un adolescente de 17 años y una niña de 12, estaban viviendo en la casa de una hermana mayor, fuera del radar de su padre y su madre. Pero la primogénita se vio sorprendida cuando los encontró en una situación incestuosa, por lo que llamó inmediatamente al Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI).
Se dio intervención a los especialistas en medidas tutelares de menores y comenzaron a realizar distintas entrevistas a los jóvenes. El adolescente relató que la compleja situación de abuso sexual a la que fueron sometidos durante 8 años, entre septiembre de 2014 y mayo del 2022, en el domicilio donde convivían en el barrio La Gloria.
Palabras más palabras menos, narró que su padre desnudaba a su hermanita, lo obligaba a ingresar a la habitación y a mantener relaciones sexuales con ella. Además, filmaba todo lo que ocurría con su celular.
El chico de 17 años amplió su versión en la Cámara Gesell y se refirió a situaciones violentas, llegando a decir que su padre lo golpeaba si se negaba a cometer los actos y que a veces incluso prefería recibir las golpizas antes que hacer sufrir a su hermanita.
También trascendió que estuvieron expuestos a videos pornográficos y al consumo de estupefacientes. Durante ese lapso de tiempo, el chico tenía entre 8 y 15 años mientras que la niña tenía entre 2 y 10 años.
El sospechoso, un cartonero de 47 años, fue detenido e imputado por abuso sexual con acceso carnal y promoción a la corrupción de menores agravados por el vínculo y por ser la víctima un menor de 18 años conviviente. El fiscal de Delitos Sexuales Flavio D'amore solicitó la prisión preventiva y la medida fue aceptada por el juez Gabriel Bragagnolo en los últimos días.
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Existían ciertas dudas respecto de la salud mental del acusado -se reserva su identidad para resguarda la de las víctimas- ya que tiene diagnosticado esquizofrenia, pero fuentes judiciales detallaron que los informes psíquicos indicaron que es conscientes de sus actos, es decir, no hay indicios de que sea inimputable.