Punto final, al menos en una parte del expediente. Es que el caso Ludmila tuvo dos acusados: padre y madre de la bebé de un mes de vida. La mujer, Fernanda Páez (26) llegó acusada de participar del homicidio. No como autora de los golpes sino por no hacer nada ante los ataques de su pareja. Pero en ese debate terminó absuelta -ni su propia defensa había reclamado la inocencia- ya que los jueces consideraron que era víctima de violencia de género por parte de Ángel Villegas.
El fiscal del juicio, Fernando Guzzo, presentó un recurso y la Corte provincial debe resolver la situación de la mujer. Fallo que todavía se sigue esperando, según comentaron fuentes judiciales.
Crimen en Lavalle
El 8 de agosto de 2014, Ludmila Natasha ingresó al Hospital Sícoli sin vida. Los profesionales de la Salud detectaron que tenía una grave hemorragia cerebral y una fractura de pierna, entre otras lesiones. Sus progenitores quedaron detenidos inmediatamente.
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Los peritajes sostuvieron que los golpes fatales se produjeron entre el 6 y 7 de agosto, aunque la declaración de la propia madre reveló un contexto de violencia del hombre hacia ambas desde tiempo atrás.
Fernanda Páez incluso tenía un hijo de otra pareja que a los 4 meses quedó bajo la tutela de su madre ya que se comprobó que tenía una fractura de húmero y otras lesiones producidas por Ángel Villegas. Pese a que estuvieron un tiempo separados bajo ese episodio y se dio intervención a organismos estatales, la mujer volvió con el hombre y aseguró a las autoridades que ya no la golpeaba más.