Juicio por jurado popular

Carleti: así se armó el jurado popular que juzga a 4 acusados

Quiénes quedaron al margen del jurado que juzga a Leonardo Hisa, acusado de planificar el crimen de la esposa en Tunuyán. Un caso que ya entró en la historia

La expectativa en el juicio por jurado popular por el crimen de la empresaria Norma Carleti era importantísima en Tunuyán, donde ocurrió la tragedia y ahora se juzga a los cuatro imputados, y el resto del Valle de Uco.

Así, a la audiencia de selección de jurado popular asistieran casi el 80% de los ciudadanos convocados para conformar, finalmente, el lote de 12 jurados titulares y 4 suplentes que decidirá entre culpables o no culpables.

No es sencillo reunir a más de 70 personas interesadas en participar de un juicio en el que hay que juzgar a gente de la región por un asesinato cometido de 55 puñaladas. Más aun cuando la víctima es de apellido Carleti y uno de los acusados es el esposo, llamado Leonardo Hisa, quien tuviera un paso fugaz por la vida política en nombre del radicalismo mendocino. Menos sencillo aun cuando un padre y dos hijos -los Guerrero- completan el banquillo de los acusados.

Sin embargo, Tunuyán y la región se comprometieron a participar. Porque desde la década del ´60, cuando sucedieron la matanza de Villa Seca y los dos juicios que coronaron la impunidad, no sucedía nada tan fuerte y convocante en materia criminal.

A la audiencia de selección del jurado del caso Carleti se presentaron, como suele ser habitual por disposición legal, hombres y mujeres de diversas edades, profesionales, ocupaciones e instrucción. La mayoría de Tunuyán aunque también se presentaron tupungatinos y oriundos de San Carlos, todos citados por los organizadores judiciales.

Dos días había dispuesto la Suprema Corte de Justicia para elegir a los 16 jurados. Lunes 26 y martes 27. Pero fue tan ágil que el trámite de apartamiento y ratificaciones se completó en un día y el debate pudo comenzar 24 horas antes de lo pautado inicialmente.

Quedaron al margen un ciudadano que se declaró analfabeto, un gendarme -su condición de personal de fuerza de seguridad lo eximió de integrar el jurado- y otras personas que manifestaron tener preferencia por una de las partes en pugna gracias a lo que se habían enterado por la prensa en los últimos años.

En los debates por jurado popular, a quien van decidir si los acusados son culpables o no culpables se les pregunta anticipadamene -como a los testigos de los juicios tradicionales- si tienen relación de amistad o enemistad con los que estarán en el banquillo. Y si son deudores o acreedores, entre otras razones que podrían motivar una decisión parcial. Viciada de antemano pero perfectamente evitable.

Ahora mismo, los dieciséis miembros del jurado popular, también denominados "los jueces de los hechos", están escuchando a cada uno de los testigos que declaran en el juicio y responden las preguntas de la Fiscalía, de los abogados defensores y de los representantes de los hijos de Norma Carleti.

Están analizando cada prueba que allí se ventila. Sin necesidad de conocer de leyes ni Derecho Penal. Pero siendo jueces en nombre del pueblo. Lo que no es poco. Más aun cuando tienen la posibilidad de hacer justicia.

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