A mediados de enero de 2019, Mendoza trataba de recuperarse de una tragedia con alcohol al volante como protagonista. Había sido en diciembre y los hermanitos Kruk fueron las víctimas fatales. Exactamente un mes después, otras dos muertes similares producían la detención de Roberto Aucachi Cisneros (25). Hoy, este hombre comenzó a ser juzgado.
Alcohol al volante: juicio por matar a una joven y una niña
Roberto Aucachi Cisneros (25) comenzó a ser juzgado por dos muertes que lo tuvieron como protagonista cuando manejaba con alcohol al volante.
El protagonista del debate es el conductor de aquella camioneta Nissan Frontier que el 14 de enero de ese año que atropelló a un contingente de 5 mujeres que caminaba a la vera de la lateral norte del Acceso Este, a metros del cruce con Tirasso.
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Cuatro de las víctimas fueron colisionadas violentamente, pero dos se llevaron la peor parte. Gabriela Riquelme (21) y Aimara Tejada (3) fallecieron prácticamente en el lugar.
Según la reconstrucción que hizo el fiscal de Tránsito Fernando Giunta, y que ahora tratará de probar en el juicio, Aucachi circulaba con las luces pagadas e intentó escapar del lugar. Terminó siendo encerrado por un policía retirado que circulaba en moto, a quien le dijo "dejame o te mato, yo también tengo familia".
Estos dos puntos, sumados a que tenía 1,81 gramos de alcohol en sangre -más del triple de lo permitido-, hacen pensar que Roberto Aucachi se pudo representar las consecuencias del accidente en Guaymallén y no hizo nada para evitarlo. En palabras legales: homicidio simple con dolo eventual.
El juicio comenzó en la mañana de este lunes y se espera que finalice el próximo jueves. Si la jueza Laura Guajardo se inclina por la teoría fiscal podrá dictar una sentencia que irá desde los 8 a los 25 años de cárcel. La defensa discutirá no sobre la autoría de los hechos sino sobre la calificación legal. Intentarán demostrar que fue un homicidio culposo agravado -un hecho negligente- y bajar la potencial condena de 3 a 6 años.