Todo comenzó cuando hace algunos días, Graciela acusó a la panelista y a Matías Alé de burlarse de ella y destruir su carrera durante el paso de la pareja por el Bailando.
A casi diez años, Graciela dio detalles de su sufrimiento en la pista y sorprendió con sus confesiones.
"Cuando él estaba bailando, fue muy tremendo. Esas dos personas estaban burlándose de mi persona, regodeándose, y mirándome a mí. Yo estaba ahí parada y yo salía con una agresividad. Yo tenía un ardor en el pecho que no daba más, creía que me moría de un infarto", reveló en Nosotros a la Mañana.
Durante su visita a Los Mammones quedo evidenciada la mala relación entre las dos. En Intrusos mostraron imágenes del detrás de escena que no salió al aire donde se pudo ver momentos de mucha tensión e incomodes.
"Cuando Silvina llega, Graciela ya estaba. Estaba tomando un cafecito, pasa y no la saluda”, explicaba Rodrigo Lussich. El resto del panel observó esto y comentó: “En ese caso le correspondería saludar a Silvina. Alfano ya estaba. Ahí se encontraron después de tanto tiempo. Las dos se pusieron todo. Mirá lo que está Graciela, hermosa”.
“Era un momento tenso, rompían hielo porque hace muchos años no se veían en un set. Ella la pasó tan mal, estuvo tomando antidepresivos y a la otra no le importaba nada. Entró fresca”, cerró lussich.
Sin embargo transcendió la versión de que Silvina se habría puesto una cinta colorada para "alejar la mala vibra" de Graciela. “Dicen que hasta la bombacha era roja”, contó Rodrigo con humor.
Lejos de dejarlo pasar, Graciela fue por todo y le mando un mensaje a Evelyn Von Brocke. "Solo una burra puede creer que una cinta le va a solucionar los problemas”, dijo filosa.
“Yo tengo una fórmula mejor: que le crezca el cerebro”, cruzó sin anestesia.