El juicio por la presunta paternidad de Julio Iglesias, el tercero que afrontó el cantante español, ya tiene sentencia y fue negativa para él, empecinado en no “dar la cara”. El juez del Juzgado de Primera Instancia número 13 de Valencia falló a favor de Javier Sánchez Santos (42) y reconoce la paternidad del cantante Julio Iglesias ante su negativa sistemática a someterse a la prueba de paternidad, tal como solicitaba la Fiscalía.
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El fallo se dictó una semana después de que se celebrara la segunda vista del juicio, a la que acudió la madre de Javier, Maria Edite Santos, quien declaró a la prensa que había desafiado a Iglesias ante el juzgado para "dar la cara" y que se hiciera la prueba del ADN "y termine ya con esta historia".
Una historia de poco amor
Maria Santos era una bailarina portuguesa cuando conoció al autor de canciones como Me Olvidé de Vivir o Hey. Ahora tiene 65 años, está divorciada y es madre de dos hijos, el mayor de los cuales acaba de ser reconocido como hijo de Julio Iglesias tras una batalla que empezó hace casi 30 años, cuando Javier Sánchez Santos tenía 16 años.
En julio de 1975, la joven veinteañera portuguesa trabajaba como bailarina en un local de la ciudad de Tarragona, sobre el Mar Balear cuando conoció al cantante, quien buscó por todos los medios de seducirla. "Fueron unos diez encuentros esporádicos, pero no era sólo sexo, hacíamos el amor", dijo Maria respecto a la relación en la cual fue engendrado Javier.
Tras saber de su embarazo, la joven trató de contactarse -con toda discreción- con Julio, en ese momento casado con Isabel Preysler, pero el también ex arquero del Real Madrid y abogado se negó a recibirla. Debido a ello, Santos inició en 1992 el juicio de paternidad, ganado en primera instancia, y luego apelado por Iglesias, hasta el fallo definitivo de este miércoles, proceso donde Maria y Javier gastaron cerca de 200.000 euros.