Luego de la primera vez que toco fondo, fue su padre quien la obligó a tomar medidas en el asunto. "Me agarró mi papá. Ahí empecé a hacer terapia y la terapeuta me hizo ver que el problema no era la agresión sino que el descontrol, la adicción y al punto al que yo me permitía llegar. Así que mi lucha contra las drogas empezó desde muy chica. Pude parar, pero después de que se me murió mi marido fue la patinada final”, explicó sobre la dolorosa muerte de su esposo Miguel Pando.
Ginette además explicó que si bien también fue adicta alcohol dejo de tomar hace más de 24 años pero que en el caso de la cocaína su camino fue mucho más difícil y traumático. "Sentía que la podía dejar. ‘No, yo lo hago para divertirme’. Entonces como en ese momento solo tomaba en boliche o cuando salía... Era un viernes, después empezó a ser un viernes y un sábado y un día en la semana, sola. En mi casa, encerrada. Y vas patinando sin darte cuenta. Vas cayendo en un pozo que tiene paredes de barro y vas patinando hacia adentro... Puse mucho cuidado en enmascarar muy bien. Me jactaba de que no se daba cuenta nadie. Cuando me daba cuenta que me empezaba a poner más dura, me iba a mi casa y consumía sola. Hasta que me agarraron mis hijos. Yo creía que ellos no se daban cuenta. Y un día me agarraron mis hijos mayores y me dijeron ‘basta’. ‘¿Basta qué?’... Y ahí me agarró una vergüenza”, agregó, sincera.
"La cocaína hoy es el pasado. Algo que en sí mismo es nada. Es un poco de tierra. Es ‘hoy no’", siguió pidiendo que aquellos que pasan por lo mismo le escriban para poder brindarles la ayuda que ella misma recibió.
GINETTE REYNAL en SERES LIBRE 2/2