Un pueblo único
Point Roberts tenía 1.275 habitantes para 2023, según Data Commons, que tiene información de la Oficina del Censo de los Estados Unidos. Sin embargo, los que quieren salir del pueblo para visitar otra parte del estado o del país, tienen que pasar por dos puestos fronterizos, el primero para ingresar a Canadá al área de Vancouver y el segundo para reingresar a Estados Unidos, recorriendo 40 kilómetros por carretera.
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El pueblo estadounidense al que solo se accede por una carretera canadiense. Imagen: Redacción Diario Uno.
Por el momento no hay un servicio de ferry que una Point Roberts con territorio estadounidense, así que otra alternativa es contratar una lancha o una avioneta privada. Pero, no es una opción muy económica para los vecinos.
Historia del pueblo estadounidense
Mark D. Bjelland, profesor de geografía y estudios ambientales de la Universidad Calvin, en conversación con Infobae, relató detalles de la historia de este destino.
El pueblo, hoy Point Roberts, fue visitado por comunidades nativas americanas para pescar, justo antes de la llegada de los europeos. A finales del siglo XVIII, exploradores británicos y españoles se ocuparon de cartografiar la zona, y le dieron diferentes nombres. George Vancouver, oficial de la Marina Real Británica, lo nombró definitivamente Point Roberts.
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“Point Roberts es una anomalía geográfica", detalla Mark D. Bjelland. Imagen de Pixabay.
El tratado de Oregon en 1846, dividió el territorio según el paralelo 49: lo que quedaba al norte fue para el Reino Unido, luego canadiense, y al sur para Estados Unidos. Como no se hizo una excepción para la península Tsawwassen, Point Roberts quedó como un pueblo estadounidense separado del resto del país.
“Point Roberts es una anomalía geográfica, resultado de la imposición de un límite geométrico rígido en una costa irregular. El límite internacional se fijó en el paralelo 49 mucho antes de que se asentaran los colonos europeos en la zona y se dispusiera de estudios precisos", reveló Mark D. Bjelland.
Además, agregó que la mayor parte de la gente, incluido el ministro de relaciones exteriores británico, suponía que Estados Unidos iba a renunciar a la reclamación de este pequeño pedazo de tierra, pero no fue así.