Mujer Maravilla (Wonder Woman) se estrena esta semana en las salas y llega en un momento en el que la industria cinematográfica lucha por acabar con la falta de representación femenina al frente y detrás de cámaras, así como en un mundo en el que los movimientos a favor de la igualdad de las mujeres han cobrado cada vez mayor fuerza.
Aunado a esto, este personaje creado en 1941 no había tenido películas como sus colegas Batman y Superman. En el caso de la directora Patty Jenkins, es la primera mujer que dirige una cinta de superhéroes. "Traté de hacer como si ninguno de esos problemas existieran y traté de hacer una película en la que nadie piense sobre el hecho de que el personaje principal es una mujer", expresó Jenkins. "Dije 'hay que tratarla tan a lo grande como lo harían con Superman'. Esta es una película para todos, no se fijen en el hecho de que es una mujer. Pero claro que enviará un mensaje muy importante para las niñas que quizá no han visto un personaje así en la pantalla antes, y eso me conmueve".
La actriz Gal Gadot se estrenó el año pasado como la Mujer Maravilla en la vilipendiada Batman vs. Superman. Ahora es su turno para recuperar el favor de la crítica y el público, además de lucirse con su primera cinta protagónica como la superheroína.
"Es tan emocionante estar de regreso, no puedo creerlo, es tan rápido, parece como si hubiera sido ayer cuando estuvimos con Batman vs. Superman, y ahora estamos con Mujer Maravilla. Me siento muy feliz y siento el amor de los admiradores", dijo la actriz israelí que alguna vez sufrió con el idioma, sobre todo en Rápidos y Furiosos, donde, contó, no entendía absolutamente nada de lo que decían Vin Diesel y el equipo.
Al preguntarle si relacionaría a la Mujer Maravilla con alguna mujer latina, Gadot respondió: "Amo a tantas mujeres latinas y a tantas mujeres hermosas que admiro, que no sería una en particular".
Inolvidable heroína
La actriz Lynda Carter, quien creó una emblemática imagen de la Mujer Maravilla en la serie de televisión de la década de 1970, estuvo en el estreno de la cinta en Los Ángeles.
"Ella estaba muy feliz con la película, dijo sólo cosas buenas, me emociona mucho eso", dijo Gadot.
Mujer Maravilla se desarrolla en la época de la Primera Guerra Mundial, en la que la doctora Maru, interpretada por la española Helena Anaya, trata de crear un arma más mortífera que el gas mostaza, apoyada por el dios de la guerra Ares.
"Ella es increíble, he sido admiradora de ella por mucho tiempo. Es una actriz de carácter muy sutil, le dio algo muy especial al personaje", dijo Jenkins. "Queríamos una villana que pudiera asustarte y emocionarte, pero al mismo tiempo tuviera profundidad para poder entenderla. Fue una actriz brillante, me emociona mucho que todos puedan ver su actuación".
Para el actor estadounidense Chris Pine, quien interpreta al espía estadounidense Steve Trevor, era fácil que su personaje se enamorara de la Mujer Maravilla.
"Tiene una cantidad increíble de esperanza en su espíritu, positividad, amor y fortaleza. Ella no se complica por el odio, sólo tiene amor", dijo Pine.
Las guerras reales
El filme sufrió los avatares de la realidad, ya que tras el ataque terrorista en Manchester, el estreno de la cinta que se tenía previsto en Londres, fue postergado.
"Creo que nuestra película se trata de amor, compasión y empatía, esas cosas siempre son lecciones importantes para todos", dijo Pine ante esta situación. "Creo que eso sería bueno para todos".
Pero, además, el Ministerio de Economía del Líbano propuso prohibir la proyección de la película porque su protagonista es israelí, lo que causó polémica entre los defensores y detractores del boicot a Tel Aviv.
La solicitud del veto fue enviada al departamento de Seguridad Nacional, responsable de la censura.
También se cursó una petición a la Oficina para el Boicot Árabe a Israel, que pertenece a la Liga Árabe y temporalmente ha trasladado su sede de Damasco a El Cairo, para que inscriba el nombre de Gadot, sus películas y su obra artística en su "lista negra".
El Líbano ha aprobado una ley para el boicot de los productos procedentes de Israel, país con el que nunca ha firmado un acuerdo de paz.
La decisión, no obstante, ha causado polémica entre grupos que están en contra del boicot y otros que han señalado que es incoherente con otras políticas del Estado.