Tras 30 años del último trabajo juntos, el dúo compuesto por Cantilo y Durietz volvió con este nuevo material

Unidos por el cantar regresan Pedro y Pablo

Por UNO

Pedro y Pablo, el recordado dúo integrado por Miguel Cantilo y Jorge Durietz, editó Unidos por el cantar, un trabajo que marca su regreso, a 30 años de la grabación de Corazón sudamericano, su último disco de estudio, en un registro en donde los tradicionales arreglos vocales y la impronta letrística del grupo dicen presente, aunque con un renovado sonido latinoamericano que le permite un atinado anclaje en el presente."Hay un hilo conductor que relaciona las diferentes épocas, pero con arreglos más modernos y desafiantes", explicó Cantilo, en tanto Durietz remarcó que este trabajo "es una vuelta y un inicio" porque "sin temas nuevos, no tendría sentido el proyecto".En efecto, temas como Soy latinoamericano, El Murujuy, Resistencia y la simpática Los nuevos viejos, dialogan sin complejos con clásicos del dúo como Yo vivo en esta ciudad, Asociación Modelos Argentinas, Marcha de la bronca, Catalina Bahía. o ¿Dónde va la gente cuando llueve?, entre otras, a partir de letras en donde se combinan la profundidad, la protesta y el humor, los ritmos latinos y los arreglos vocales.Surgido en 1968, el dúo se instaló en el incipiente rock argentino como una propuesta cercana al folk y a la canción de protesta a partir de sus discos Yo vivo en esta ciudad y Conesa, aunque avanzada la década del '70 sufrió la censura y el exilio, hasta su regreso en 1982 con Contracrisis.Cantilo y Durietz analizaron este regreso al disco, el estilo que caracterizó al dúo y dieron su punto de vista sobre la actualidad musical.-¿Cómo se dio este regreso y cómo resultó el reencuentro en un estudio?Miguel Cantilo: -Hemos estado unidos y desunidos alternativamente a lo largo del tiempo. Ahora se dio esta reunión a partir de que tenía una cierta cantidad de temas que me sonaban a Pedro y Pablo. Era algo más latino, más porteño por momentos, entonces me comuniqué con Jorge. Así empezó la idea y el desafío era hacerlo en un estudio porque, en los últimos años, grabamos conciertos pero no en un estudio. Así que lo hicimos y resultó bien.Jorge Durietz: -A mí me encanta personalmente trabajar en los estudios, que es en donde más cómodo me siento, y las posibilidades tecnológicas de ahora hacen que se pierda muchos menos tiempo. Siempre es encantador volver a un estudio, en este caso con Miguel. La magia de la primera vez se mantiene.-¿Qué continuidades y qué elementos nuevos hay en este trabajo?MC: -Hay un hilo conductor que relaciona las épocas diferentes de Pedro y Pablo, y pasa por los ritmos continentales, el trabajo de guitarras casi de manera folclórica, pero con cuerdas de metal. La novedad puede ser la inclusión de músicos que nos ayudaron con arreglos más modernos, más desafiantes que los que hacíamos en la vieja época, que eran bastante tradicionales. Acá el aporte es muy novedoso.-A pesar de estas intervenciones, lograron mantener el estilo que caracteriza al dúo.MC: -Eso es por la eficiencia de los músicos. Es gente muy versátil que no dudamos que le iban a dar el toque que queríamos.JD: -Creo que nunca hemos logrado tanto con este disco la sangre latinoamericana.-Una característica en Pedro y Pablo son los arreglos vocales. ¿Consideran que actualmente el rock argentino desatiende eso?JD: -Son códigos distintos. Lo siento como una pérdida, pero no estoy seguro si es porque soy de una generación que nació con eso o porque realmente a los chicos que hacen rock ahora no les interesa o no han escuchado cosas armónicas que les cause placer. Nosotros tuvimos el gusto de ser contemporáneos de Simon & Garfunkel, Los Beatles, Los Beach Boys, Los Bee Gees. El placer que nos causaban esas armonías creo que determinaron una forma media intuitiva de armonizar. Es una lástima.MC: -Yo creo que al argentino le cuesta cantar. Vos vas a Brasil y todos cantan, todos afinan. En la Argentina, el canto ha retrocedido y ha invadido más la tecnología aplicada a la música. Se canta menos en grupo.