El compositor y pianista entrerriano Carlos Aguirre toca con su grupo este domingo en el Independencia.
 

“Tengo una visión áspera para los tradicionalistas”

Por UNO

Mendoza es casi una parada obligada para Carlos Aguirre. Aquí se lo quiere y siempre es bienvenido. Ya sea solo, en dúo (con Fandermole o Juan Quintero), trío o en grupo, todos los años se hace tiempo para pasar por aquí y regalar otro poquito de esa inmensa obra musical que está creando hace muchos años. El Negro, como lo apodan cariñosamente, esta vez llega con su grupo, renovado, con el que está afianzando el ensamble sonoro.

Para eso, mientras crean material nuevo que aún no está en condiciones de ser interpretado en vivo, armaron un repertorio basándose en los discos Crema y Rojo, en los que la tímbrica era similar. Eso será lo que suene esta noche, a las 21, en el teatro Independencia.

“Será una retrospectiva de los dos primeros discos (Crema y Rojo). El formato es el mismo que tenían esos discos, tres guitarras, percu y contrabajo, además de la voz. Yo estoy tocando la guitarra rítmica, así que quedaría tal como grabamos esos discos”, explicó el compositor.

–¿También vas a tocar piano, no?–Sí, y más en el Independencia que hay un piano que me encanta, alguna cosita voy a tocar. Y probablemente toque algo solo, pensando en ese piano, que para mí es “el piano”.

–¿No tocan los temas nuevos?–Esta nueva etapa todavía no está reflejada en el repertorio de hoy, son búsquedas que suceden en los ensayos. Tal vez estamos todo un ensayo tocando una cosa que todavía no es nada, que son ideas de texturas, pruebas, esto no está bajado en un repertorio aún. Lo que vamos a tocar es material que se conoce. Igual la búsqueda es de acústica y canciones, no es instrumental, y tiene que ver con ritmos argentinos.

Con calma entrerriana, Aguirre completó: “Lo nuevo no lo mostramos porque son procesos que a mí me gusta darles tiempo, no tener el apuro de mostrarlo. Me parece que se merecen ese tiempo, por ahí uno los violenta y de alguna forma los aborta. Necesitás mucha prueba y error. Hay ensayos en los que solamente probamos texturas por ejemplo, son herramientas que después usaremos en algún arreglo, hay mucho de laboratorio”.

Carlos Aguirre mixtura usanzas de composición clásica con armonías emparentadas con el jazz y rítmicas folclóricas. Su personal lenguaje es uno de los puntales que encabeza la renovación que la música popular latinoamericana vive desde hace años. Ante la camada de propuestas de este estilo como Aca Seca o Puente Celeste, existe una mirada antagónica de académicos que los critican porque todo “suena a jazz”. Ante esa opinión, el Negro impartió una clase magistral.

“Claro… y no sé que decirte. Como compositor y arreglador no tengo el prejuicio de utilizar herramientas que vienen de otras músicas en tanto y en cuanto esas herramientas me sirvan para la paleta que yo quiero usar. Si yo estoy viendo un paisaje con un montón de colores, no está bueno tocarlo en blanco y negro. Los colores tienen que ver con la armonía, y si bien hay armonías que se han desarrollado más en algún tipo puntual de música que no sea el folclore, de todos modos son elementos de la música. Para mí no hay acordes de jazz y acordes de folclore, los acordes son acordes y vos los podés usar de la manera que quieras”, comenzó.

“Por supuesto que hay elementos identitarios de cada música pero no tiene que ver con la armonía, sino con rasgos melódicos y, sobre todo, la rítmica y la tímbrica. Me cuesta no detenerme en la armonía, no usar todos los colores que tenga a disposición, todas las combinaciones posibles. En ese sentido siento que hay mucho prejuicio, mucha cosa tradicionalista que a veces atenta contra el desarrollo mismo de la música. La música es la música, qué sé yo, es un proceso que está bueno que crezca, como cualquier lenguaje. Los tiempos cambian, la necesidad expresiva de un pueblo va cambiando, me encanta escuchar un tema antiguo, pero a la hora de proponer quiero también dar mi opinión. No puedo desconocer toda la música que escuché, yo parto de eso que escuché”.

–¿No habría lugar para esa queja?–Si alguien se queja porque todo suena a jazz, yo no creo que sea así, hay cosas que me suenan a Bartók o cosas afro. Hay diferencias y hay vinculaciones que hemos desconocido por años, cosas intencionadamente desconocidas. Gente que no tiene un acercamiento a lo afro no puede ver una chacarera como algo afro, sin embargo la chacarera es totalmente afro. De hecho es un ritmo que se origina con un instrumento que es originario de África, que es el bombo. Se ha partido de esa visión del gaucho con alpargatas, que está bien, de hecho yo me crié en el campo y conviví con ese mundo y me encanta y soy parte de ese mundo. Pero uno tiene oportunidad de acceder a otra información y está bueno que eso se enriquezca, que no haya miedo. Eso ayuda a pensarnos mejor como país y habitantes del globo que somos. Hay cosas que se defienden desde un lugar muy chauvinista. En ese sentido puedo tener una visión bastante áspera para los tradicionalistas.

La bandaCarlos Aguirre Grupo es ahora un quinteto integrado por Fernando Silva en bajo eléctrico y contrabajo, Gonzalo Díaz en percusión, Luis Medina en guitarra, el propio Aguirre en piano, acordeón y voz, y la incorporación de Juan Pablo Pérez en guitarra y mandolina.