Música para meditar

Marcelo Zoloa, ícono del rock mendocino, estrenó un disco de música para meditar

El líder de la legendaria banda mendocina, Bela Lugosi, estrenó un disco de música para meditar. Lo Azul de lo Verde, ya está disponible en las redes sociales

El líder de la legendaria banda mendocina, Bela Lugosi, Marcelo Zoloa, estrenó un disco de música para meditar, todo una rareza, sobre todo viniendo de un artista identificado con el rock. Lo Azul de lo Verde, ya se puede escuchar en las redes sociales.

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Zoloa. El guitarrista y líder de Bela Lugosi, estrenó, Lo Azul de lo Verde, un disco de música para meditar.

Zoloa. El guitarrista y líder de Bela Lugosi, estrenó, Lo Azul de lo Verde, un disco de música para meditar.

"No tenemos amigos en las direcciones de cultura del estado y en algunos casos nos hemos ganado enemigos en el ámbito donde se cocina (lo dice irónicamente) la cultura por no hacerles sonrisitas. De igual modo convivimos bien, ellos contratan a sus amigos y nosotros valoramos el cariño de los seguidores que buscan nuestra música a lo largo de tres generaciones y tocamos dónde queremos. Eso es lo que importa y es un buen trato para todos" dice Zoloa.

De sus dos discos solistas sin Los Bela con aires decididamente Folk (se lucen grandes canciones como: Es todo, Triángulo, Un poco de lluvia o La balada del desierto y la montaña, entre otras) ahora nos sorprende con un disco íntegramente instrumental apuntado a la práctica del Taichí llamado Lo Azul de lo Verde.

-¿De dónde surge esta rareza?

-Para mí no es raro, el rock se manifiesta de muchas maneras. Escucho a Larralde o Edmundo Rivero y siento más rock que en alguna banda indie donde en la letra llora por qué quería ir de pícnic y amaneció lloviendo. Las perspectivas de la música no responden a un estilo musical, sino a la dignidad con el que te sumerjas en aguas desconocidas y puedas salir a flote defendiendo a las canciones desde tus convicciones.

-¿Pero qué te lleva a hacer un disco de 4 canciones sin que esté el instrumento que te caracteriza, tu voz?

-Practico Taichí hace 11 años, y he ido a un par de escuelas a practicarlo. Y llevar tanto tiempo haciendo las formas y con esa música de fondo en mi cabeza pensé: "podría hacer yo esa música". Se lo propuse al director de ese instituto y no le interesó. Ese rechazo fue un desafío y me dije, a la mierda voy a hacerlo a mi manera como pueda y me voy a exponer a lo que sea. Por un par de años me puse a investigar ritmos hindúes y tuve mucho cuidado de no caer en algo falso ni de jugar al gurú. Solamente quería salir de lo conocido y desafiarme a mezclarme con músicos de otro palo y aprender de ellos y de nuevos ritmos. Mi maestro de Taichí Juan Abalsamo fue clave para decidirme, él me alentó mucho en la disciplina, después de todo la forma del abanico o la forma 16 son como una especie de danza. Y yo, que no sé bailar, me obligue a hacerlo con cadencia y sutileza. Si lo logré o no es otro tema (risas).

-Este disco tiene un concepto, ¿quiénes te acompañaron para lograr materializar un proyecto tan poco común?

-Siempre fui un amante de los pájaros. El colibrí es mi ave preferida, sus características, el mito que lo rodea. Su corazón robusto, su aleteo, la forma en que gravita y es la única ave que vuela hacia atrás. Tomé esa imagen de este bicho, que según como impacte la luz, la vez azul o verde y usé las características que te nombré, para ponerle el nombre a las canciones y musicalizar esos rasgos tan definidos. Tuve gran apoyo desde como te dije, mi maestro Juan y músicos: Sumiko en la citara, Quique Oesch en percusión, Daniel Carnielo en fantasías con sus sintetizadores, Ariel Díaz con su gran fotografía y el hermoso diseño gráfico de tapa de Romina Bogni. La producción artística la compartimos con Héctor Camaño con quien hemos hecho muchos trabajos juntos en su estudio de Ramos Mejía, Buenos Aires.

- ¿Esto seguirá o es solo un gusto que querías darte?

-Cuando uno está en proceso de creación, no piensa en el éxito, no piensa en que le va a gustar a los demás. Uno debe construir todo de tal modo que te sientas cómodo con la forma en que ordenaste y decidiste poner cada cosa en su lugar. Cuando estás en ese lugar solo importa que hiciste lo mejor que podías hacer, no por los demás, sino solamente por vos. Luego las canciones cuando están grabadas, la suerte ya está echada y no hay vuelta atrás. Por eso fue muy importante el proceso previo de prueba y error durante casi 2 años. Es un gusto que quise darme para ayudar a qué aquel que lo escuche, considere por un momento la importancia de la meditación, hagas rock, metal o jazz o hagas jardinería.

Lo Azul de lo Verde

Embed - Zoloa - Lo Azul de lo Verde (Full Álbum) Música de meditación en movimiento TaiChi

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