Pese a que aún quedan dudas sobre su misteriosa muerte, los restos del Nobel de Literatura chileno Pablo Neruda fueron devueltos el martes a su casa favorita en el pueblo chileno de Isla Negra, junto al Océano Pacífico.
El poeta de izquierda murió en el caos tras el golpe de estado de Chile en 1973 y algunas personas conjeturaron que pudo haber sido envenenado.
Su cuerpo fue exhumado en 2013 para determinar la causa de muerte. Según los forenses no había agentes tóxicos en sus huesos, pero el gobierno chileno dijo en 2015 que "es claramente posible y altamente probable que un tercero esté involucrado en su muerte". Un equipo internacional de expertos en genómica y especialistas forenses aun realiza pruebas en laboratorios de Canadá y Dinamarca.
El lunes los familiares de Neruda, políticos y admiradores le rindieron homenaje en la antigua sede del Congreso. Posteriormente sus restos fueron llevados a su casa en un acantilado rocoso junto al Pacífico en Isla Negra, a unos 110 kilómetros (70 millas) al noroeste de Santiago.
"Para nosotros volver a Isla Negra ...es volver a mirar el mar, y volver a mirar el mar no es morir. Es volver a vivir, sobre todo para un poeta", dijo Raúl Bulnes, presidente de la Fundación Pablo Neruda, encargada de las tres casas museo del poeta que atraen a miles de visitantes de todo el mundo cada año.
La Sebastiana en Valparaíso y La Chascona en Santiago son las otras residencias de Neruda aparte de Isla Negra.
El escritor, que obtuvo el premio Nobel en 1971, estaba fascinado con el océano, pero prefería mantenerse como "un marinero en tierra".
Conocido mundialmente por sus poemas de amor, también desarrolló una prolongada carrera diplomática. Fue electo senador chileno en 1945. Tres años más tarde el entonces presidente Gabriel González Videla puso en la ilegalidad a los comunistas, por lo que pasó a la clandestinidad y salió unos años al exilio.
Era amigo del presidente Salvador Allende, quien se suicidó tras el golpe de estado de 1973 que acabó con su gobierno e instauró la dictadura de Augusto Pinochet.
A los 69 años y enfermo de cáncer de próstata, Neruda sufrió la persecución de sus amigos. Planeaba exiliarse en México, invitado por el presidente Luis Echeverría, desde donde podría haber sido una voz influyente contra Pinochet. Pero la muerte le llegó 12 días después del golpe bajo circunstancias dudosas y un día antes de que saliera de Chile.
El supuesto asesinato de Neruda, según su chofer Manuel Araya, fue cometido por agentes de Pinochet mediante una inyección letal, dijo a The Associated Press hace un par de años el embajador de México en Chile el año del golpe, Gonzalo Martínez Corbalá.
Durante 40 años la familia y la Fundación Neruda se apegaron a la versión oficial que señala que murió de cáncer de próstata con metástasis, hasta que en 2011 Araya declarara a una revista mexicana que lo habían envenenado en la Clínica Santa María, donde fue internado el 19 de septiembre de 1973.
Los primeros exámenes de Neruda descartaron el envenenamiento. Luego se constató la presencia de la bacteria estafilococo dorado en los huesos del poeta, cuya genética es analizada porque se supone que la misma no estaba presente en Chile a inicios de la década de 1970.