El guardián de los libros. Con nuevos personajes, la obra infantil que fue un éxito en el 2015 vuelve para demostrar que la literatura aún puede triunfar sobre las tablets

Los cuentos le ganan la batalla a la tecnología

Por UNO

Un chico aburrido, atrapado por la tecnología, queda encerrado en una biblioteca. A esto se le suma el drama existencial de niñas y niños nativos digitales: se le termina la batería. A partir de allí, comienza una aventura por el mágico mundo de los libros. En la travesía se cruza con entrañables personajes, como el Capitán Garfio, Campanita, Caperucita Roja y la más mala, la Reina de Corazones. Este simple argumento, en formato comedia musical, le da vida a El guardián de los libros, una nueva aventura, obra producida por Nicolás Hemsy, con dirección de Jorgelina Jenón y sostenida por el elenco de la escuela de comedia musical de Valeria Lynch. Este grupo de actores y actrices tiene en su haber siete temporadas de vacaciones de invierno, en las que han puesto en escena obras exitosas: La Liga Maravillosa, Los Cantattuti o El bufón del rey. En esta nota cuentan cuál es el secreto para entretener y atraer la atención de niños tecnologizados, además de incentivarlos a levantar las alas hacia los libros.Uno de los grandes protagonistas de la segunda versión de este musical infantil es el Capitán Garfio, uno de los "malos-buenos" de la obra. Rodrigo Navarro Sardá, el actor que lo protagoniza, es también profesor de la escuela de comedia musical. Navarro contó cuál es el planteo de la obra y cómo vive él su experiencia en la interacción con el público infantil.

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"El guardián de los libros habla sobre lo que les sucede a los chicos cuando los abandona la tecnología. Ezequiel, el niño protagonista quien queda encerrado en la biblioteca, sin comunicación con el mundo exterior, le dice al bibliotecario que los libros son aburridos, y qué no sabe qué hará allí dentro", contó el actor.Allí, dentro de este espacio desconocido para él -al cual en principio le tiene miedo- se encuentra con distintos personajes que lo acompañarán en su aventura: Garfio (un malo más torpe que villano) y el hada Campanita, Caperucita y el leñador, y la verdadera mala: la Reina de Corazones, ayudada por Frankestein (otro de los malos que termina ganándose la ternura del público).Navarro Sardá opinó que "la obra es muy interesante, porque plantea un conflicto actual: los chicos cooptados por la tecnología que de repente se encuentran con los libros y no creen que puedan ser entretenidos. El guardián de los libros funcionó muy bien en el 2015, estimulaba a los niños a dejar de lado la tecnología por un rato y los invitaba a desarrollar imaginación y el valor de la lectura", contó el actor.

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Al tiempo, agregó que "el tema de la valentía se trabaja desde el punto de vista del protagonista, porque Ezequiel es un niño temeroso y super inseguro porque siente que sin la computadora, y sin el celu no puede hacer nada. El mensaje es hermoso y los chicos se enganchan por la aventura, las canciones y las coreografías", subrayó el artista, quien también se luce en un éxito actual de la cartelera para adultos: el musical Sorpresas.Para los más chiquitosSi hay una duda que se plantean los padres de niños muy pequeños es que si es momento de llevarlos por primera vez al teatro, si se van a entretener, o si, por el contrario, la obra va a terminar para ellos antes de tiempo. Según el actor, El guardián de los libros es para todas las personas a partir de 3 o 4 años hasta adultos. Además a cada niño se le da un libro, porque al final terminan interactuando con los personajes de la obra. "Todos se convierten en guardianes de libros, y esto los compromete mucho a los chicos, por eso decidimos volver a apostar por esta obra, porque dio muy buenos resultados en el 2015", dijo Rodrigo, quien realmente conoce del tema, porque da clases a los más chiquitos de la escuela de comedia musical.

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El por qué ocurre esto tiene que ver con la magia que provoca la comedia musical en los niños. "El punto es que en la comedia musical, el canto, la danza y el teatro están contando una historia, las coreografías y las canciones refuerzan la misma trama que la escena principal", destacó el actor que personifica a Garfio.En cuanto a lo que hacer comedia musical les exige a los actores, explicó: "Este género te exige equilibrar las tres áreas, necesitás corporalidad, voz, cantar mientras estás bailando, tenés que estar preparado, no puede hacerlo alguien que no tiene entrenamiento para esto". Pero, además, para Navarro Sardá actuar para los chicos ya es una responsabilidad extra. "El público infantil es el más difícil, lograr captarle la atención es complejo, pero eso sí: ellos compran la magia del teatro, porque ellos están menos contaminados", sostuvo y agregó: "Me encanta actuar para niños, vos les das 100 y ellos te devuelven 200, su amor roza el fanatismo".Por otra parte, con todas las obras que se proponen como "la opción" para los niños y terminan siendo simplemente una estafa, Rodrigo Navarro Sardá aseguró que darles un espectáculo de calidad, sin faltarles el respeto, provoca también el agradecimiento de los padres. "Muchos elencos y actores subestiman a los niños", señaló.

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Al respecto, también opinó la directora del espectáculo, Jorgelina Jenón."En este sentido, la escuela de comedia musical de Valeria Lynch busca darle oportunidades a los chicos que se forman en ella, de hecho el actor que personifica a Exequiel es David Laguna, uno de nuestros alumnos que ahora ya es un compañero de elenco", remarcó.Y agregó que lo que pretenden con estas producciones es demostrar que se puede hacer comedia musical de calidad en Mendoza, sin recurrir a productos enlatados de afuera."La escuela abrió un espacio que busca demostrar que se puede hacer este tipo de espectáculos acá, que se puede intentar, y que se le puede dar importancia a la producción. En El guardián... montamos una biblioteca de dos pisos en el escenario, con puertas por las que aparecen los personajes", manifestó la directora. Para finalizar aseguró que apuestan a una trama sencilla y sólida, con la que los niños no pueden sino "engancharse". Y a la vista está que no se equivocan: El guardián de los libros ya va por su segunda versión, y promete albergar a en estas vacaciones a casi dos mil espectadores.

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