Alex Dimitriades es una cara famosa en su país natal, Australia, pero desde este martes, gracias al canal Sundance, sus talentos actorales también pueden ser apreciados por los argentinos. El astro de 42 años protagoniza la miniserie de cuatro episodios The Principal, que va los martes a las 22, por ese canal, el cual en Mendoza se puede ver por la señal 434 de Supercanal Digital.
La producción gira en torno al personaje de Matt Bashir, un director de escuela determinado a cambiar la vida de sus alumnos, todos varones, en un barrio multiétnico de Sydney. Al principio, su misión resulta imposible, dado que estos jóvenes están sumidos en un mundo de pandillas, delitos y drogas.
Sin embargo, el empeño de Bashir, interpretado por Dimitriades, los hará salir adelante.
Este galán soltero es además un ex profesor de historia y fue alumno de esa misma institución, pero oculta partes claves de su historia personal y está conflictuado por un secreto sobre sí mismo que se niega a compartir con nadie.
Completan el elenco del show la bella Kellie Norton, el reconocido Aden Young y Rahel Romahn.
Esta miniserie es un cautivante y provocativo drama que en apenas cuatro horas aborda con gran eficiencia y fidelidad temas como las diferencias de etnias, la homosexualidad y la lucha de género. Si bien el marco es un barrio australiano, las historias y conflictos aquí vertidos se sienten cercanos y son universales.
Diario UNO dialogó en exclusiva con Alex Dimitriades mientras él estaba en Sydney, lugar en el que vive y donde hasta hace poco estuvo filmando un nuevo show, llamado Secret City. En ese proyecto, compartió pantalla con Anna Torv, actriz que en Argentina conocemos por su protagónico en Fringe.
Dimitriades conversó con este medio vía telefónica acerca del rol que interpreta en The Principal y anticipó lo que puede esperar el público mendocino -y de todo el continente- de este muy bien logrado drama estudiantil.
-En "The Principal" se habla de racismo, el Estado Islámico y el problema que afrontan los jóvenes al enfrentarse a pandillas, ¿cuál fue el mayor desafío al abordar estos temas?
-El mayor desafío fue contar de la forma más verdadera posible esta historia, siendo fieles a los personajes reales que la inspiraron. No se trata de algo que pasó en verdad, pero sí de hechos que suceden todos los días. Quisimos contar una historia auténtica, respetando la integridad de los personajes, pero tampoco quedando atrapados en los detalles de cada situación. Dado el resultado y el excelente casting de actores que hubo, creo que hicimos un gran trabajo. Sobre todo, porque creamos un lindo ambiente para nosotros, todos nos llevamos muy bien y eso permitió generar buenas relaciones detrás de cámara y que pudiéramos trabajar mejor. Hubo una sensación de comunidad entre actores, técnicos, escritores y productores.
-¿Cómo fue la recepción en Australia cuando se estrenó? Porque los temas propuestos son bastante polémicos...
-Fue muy fuerte, porque tocó de cerca a mucha gente. En el pasado, he actuado en producciones televisivas grandes que han tenido mucha repercusión al estrenarse, pero lo diferente de The Principal es que quien la vio quedó atrapado de una forma muy profunda. La historia realmente tocó a los espectadores. Supongo que es de los shows en los que he participado que más debate ha generado, se produjeron conversaciones largas y profundas sobre algunos de los temas que tocamos. Además, siento que una de las responsabilidades que tiene el arte es desafiar la percepción de la gente y en este caso particular, sucedió. Eso me enorgullece.
-¿Cómo definirías a tu personaje, Matt Bashir?
-Matt es una persona muy compleja, él es un hombre bueno, a pesar de que desafía a la gente todo el tiempo. Pero siento que él lo hace porque está poniéndose a prueba a sí mismo de es manera. Él sabe que es posible cambiar el futuro de otras personas y quiere ayudar a que eso pase, pero al mismo tiempo desconoce cómo solucionar sus propios problemas. De alguna manera, creo que una cosa se convierte en el disparador de la otra. Los hechos de la miniserie lo obligan a mirar hacia adentro y afrontar sus problemas.
-Has hecho varios programas de televisión en tu carrera, sobre todo en Australia, pero la industria está creciendo en todo el mundo muy rápidamente. ¿Cuál es la clave para llamar la atención del público dado que hay tanta oferta?
-Hay que confiar en el instinto del productor o, si es uno quien produce, en el instinto de uno mismo y hacer lo mejor que se puede. Siempre digo que hacer una serie o un programa como éste es muy similar a salir con alguien. Primero, te conocés, luego, te involucrás cada vez más y, cuando se termina el rodaje, es como si uno se separara. Lo mejor es tratar de encontrar desafíos e historias diferentes, que te enseñan sobre el mundo y mejoren tu experiencia de vida. Lo mejor que te puede suceder es terminar un rodaje e irte a tu casa siendo alguien mejor, habiendo aprendido algo nuevo.
-Has trabajado con actores australianos que ahora tienen carreras en Hollywood, como Rose Byrne y Abbie Cornish, ¿te gustaría probar suerte en Estados Unidos?
-Los actores ofrecemos nuestros conocimientos a los proyectos que lo requieran sin importar el lugar en el que se hagan, siempre y cuando podamos hablar el idioma en cuestión. Hablo inglés, por ende estoy abierto a participar en cualquier producción que me convoque. Obviamente, los productos de Estados Unidos están muy presentes en nuestra vida y es una opción. Justamente, después de que hice The Principal, me llegaron varias propuestas de estudios de allá y veré qué hago. He estado allí varias veces y tengo que ver qué me depara el futuro.
-¿Conocés algo de Argentina o Sudamérica?
-No he ido nunca, pero más de una persona me ha dicho que Buenos Aires es una de las ciudades más grandiosas del mundo. Me han dicho que tiene varias cosas que me pueden interesar. Es un lugar que está en mi agenda y al que quiero ir. Lo ideal es que puedo ir allí y ser anónimo (risas), ya que debe ser uno de los pocos lugares en los que el público no me conoce por mis roles en la televisión. Espero ir lo antes que pueda.
4 capítulos de una hora tiene esta producción australiana adquirida por el canal Sundance para ser transmitida en America Latina. El show sigue la tradición de películas como La sociedad de los poetas muertos y En busca del destino, pero mezcla elementos de misterio que recuerdan a The Killing y Broadchurch.