"El típico malestar de los primeros meses, te sentís para el orto, cansada y con náuseas. Al segundo mes y después de haber leído y estudiado acerca del tema pensé 'esto no puede hacerle mal al bebé'". Dijo que habló con personas que saben mucho del tema y de ahí dedujo que el THC no traspasa la placenta y por eso se animó a fumar.
"Fumé todo el embarazo y si no hubiese sido por eso, me hubiera sentido para el orto. Después de un par de secas, salió el sol y al instante se me fue el malestar. No es una recomendación. No me voy a animar a recomendar esto. Sólo es mi experiencia personal", finalizó Mengolini.